Entre las aves que, tras ser disparadas, han ingresado en el Hospital de Fauna Salvaje de GREFA en las últimas semanas figuran cinco rapaces. Cada año, durante el periodo cinegético de la media veda, muchas especies protegidas son víctimas de disparos a pesar de su blindaje legal.
25 de septiembre de 2015, Majadahonda (Madrid). Dos halcones peregrinos, dos águilas calzadas y un azor son las rapaces que figuran entre las aves protegidas por la ley que han ingresado en las últimas semanas en el Hospital de Fauna Salvaje de GREFA, radicado en Majadahonda (Madrid), tras haber sido víctimas de disparos durante la media veda. Con este nombre se conoce al periodo estival de aproximadamente un mes en el que se autoriza la caza de ciertas especies como la paloma torcaz, la tórtola común y la codorniz.
Este año en la Comunidad de Madrid, origen de la gran mayoría de las aves tiroteadas ilegalmente que ingresan en nuestro hospital de fauna, la media veda ha durado del 15 de agosto al 11 de septiembre. Tan solo un día después de su apertura nos llegó un azor herido por un disparo y encontrado en Pelayos de la Presa. Los días 24 de agosto y 1 de septiembre, respectivamente, las que ingresaban por la misma causa eran dos águilas calzadas, una encontrada cerca de Avila capital y la otra en el Parque del Retiro de Madrid, donde fue a parar se supone que tras ser disparada en algún coto de caza cercano a la capital.
Pero los ingresos más relevantes han sido dos ejemplares jóvenes de halcón peregrino, un ave considerada como “Vulnerable” en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Comunidad de Madrid. Uno fue encontrado el 30 de agosto entre Ajalvir y Daganzo y el otro el 2 de septiembre en Pozuelo del Rey. El primero de ellos, que ha muerto debido a la gravedad de sus heridas, era uno de los halcones peregrinos nacidos en 2015 en la población que cría en Madrid capital y era objeto de seguimiento científico por parte de la asociación SEO/BirdLife.
Una vez concluido el periodo cinegético de la media veda y a pocos días de que dé comienzo la próxima temporada de caza, desde GREFA tenemos que denunciar un año más la gran cantidad de animales silvestres, muchos de ellos protegidos por ley, que entran en nuestro hospital de fauna tras ser tiroteados. Las víctimas son a menudo las aves rapaces, de manera que en los últimos años hemos registrado el ingreso en nuestro centro de halcones peregrinos, ratoneros comunes, milanos negros, águilas calzadas, aguiluchos cenizos y laguneros o cernícalos vulgares, por citar algunas especies.
Más de un centenar de ingresos en cinco años
En los últimos cinco años más de un centenar de aves heridas o muertas por disparos han ingresado en el Hospital de Fauna Salvaje de GREFA. Si a nuestros datos les sumamos los de los otros centros de recuperación y hospitales que trabajan en España con animales silvestres es fácil darse cuenta de la magnitud del problema.
“Aún así, nos tememos que todos estos ingresos son solo un pequeño porcentaje de los ejemplares realmente afectados en nuestros campos y montes”, explica Ernesto Álvarez, presidente de GREFA, al tiempo que lamenta que algunos de estos centros de recuperación gestionados por comunidades autónomas no aporten ni un solo dato al respecto.
“Es fundamental que el propio sector de cazadores, formado por una gran mayoría de personas que practican su afición ajustándose a la normativa vigente, se implique activamente en la erradicación de comportamientos ilegales como tirotear especies protegidas, que deterioran la imagen de todo el colectivo”, afirma Álvarez.