La semana del 9 al 15 de marzo un equipo de GREFA se trasladó al municipio palentino de Fuentes de Nava para desde allí proceder a realizar una valoración sobre el estado actual de las poblaciones de topillos en municipios como Boada, Capilla y Osorno ( Santillana y Villadiezma).
Obedece esta acción a los continuos rumores que surgen sobre el reparto de las 150 toneladas de veneno que la Junta compró en Diciembre del año pasado para repartir entre los agricultores que lo soliciten.
Los trabajos de control biológico que desde hace cinco años estamos realizando y la valoración que conjuntamente con investigadores del CSIC realizamos para determinar índices de abundancia, nos permite opinar de una manera autorizada y manifestar que la situación actual no justifica el uso indiscriminado de rodenticidas y que las consecuencias ambientales que producen ( como se vio en el año 2007) desaconsejan su utilización para controlar las poblaciones de topillo.
La semana nos ha permitido observar la alta ocupación de cajas nido instaladas para cernícalo común y lechuza allí donde se han instalado, circunstancia ésta que nos preocupa por la mortalidad que pudiera ocasionarse si al final la Junta accede a repartir el veneno.