Esta semana, varios trabajadores y voluntarios de GREFA, se han trasladado a Montejo de la Vega de la Serrezuela y Maderuelo (provincia de Segovia) para llevar a cabo una nueva actuación de Control Biológico del topillo campesino.
En esta ocasión, se han instalado un total de siete cajas nido sobre postes para cernícalo vulgar y ocho para lechuza común en linderos, recejos y arroyos de ambos términos municipales. Es importante recordar, que ambas especies son grandes consumidoras de este pequeño roedor herbívoro. En el caso del cernícalo vulgar, una sola pareja llega a consumir hasta 700 topillos para alimentarse a sí mismos y a sus pollos en el periodo de cría (primavera), y para la lechuza común, la cantidad asciende a 900. Esto resalta la importancia de potenciar la habitabilidad de los terrenos agrícolas para estas especies mediante la instalación de cajas nido que les proporcione sustrato de nidificación.
De forma complementaria al proyecto, se han instalado cuatro nidales en el interior de majanos para facilitar la habitabilidad y el espacio de cría al mochuelo, una pequeña rapaz nocturna cuyos hábitos tróficos también contribuyen al control biológico de grandes insectos como langostas, saltamontes o grillotopos y pequeños ratones de campo, (todos ellos, especies potencialmente dañinas para la agricultura en sus periodos de máxima abundancia).
Esta modesta actuación es una contribución muy importante de cara a la implementación y difusión del proyecto en nuevos territorios.
La actuación ha sido financiada íntegramente por nuestros compañeros de WWF, a quienes agradecemos encarecidamente su interés en el proyecto.
Aprovechamos también, para agradecer su colaboración e interés a Luis, alcalde de Montejo de la Vega de la Serrezuela, a Jesús de la SAT de Maderuelo, a los trabajadores de WWF del Refugio de Rapaces de Montejo Susi y Laura, y a Raisa y Laura, voluntarias de GREFA.