El pasado 1 de Diciembre, el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León, declaró estado oficial de plaga de topillo campesino en 7 comarcas agrarias de la misma comunidad. Posteriormente, el 5 de Diciembre, fue publicado en el BOCYL (Boletín Oficial de Castilla y León) un Acuerdo de Medidas fitosanitarias para combatir al topillo campesino.
Entre estas medidas, se encuentran una gran diversidad de prácticas de manejo agrícola, gestión del terreno y diferentes sistemas de control mecánico (arado del terreno, gradeo, etc.).
Por otra parte, como punto fuerte del paquete de medidas figura la potenciación de la actividad de depredadores como un control natural de la plaga, utilizando el control biológico mediante nidos de lechuzas, cernícalos y mochuelos, el mero respeto a los depredadores en general (evitar la caza del zorro), e incluso la instalación de posaderos para favorecer la actividad predadora de dichas rapaces. Para nosotros, este hecho marca un hito sin precedentes en la política de gestión de la Consejería de Agricultura. Esto, nos hace más fuertes en nuestra labor de defensa de la teoría de recuperación de los equilibrios naturales.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y nos resulta bastante desconcertante la última de las medidas propuestas: la autorización del uso de “producto rodenticida”. Queremos manifestar públicamente nuestro total rechazo a esta medida, y más aún empaquetada en el mismo documento que el control biológico, pues resultan incompatibles, y la segunda puede tornarse letalmente contra la primera.
Ni que decir tiene, que no queda claro qué producto será autorizado su uso, ocasión que aprovechamos para recordar que la bromadiolona (veneno anticoagulante utilizado anteriormente para combatir plagas de topillos en CyL) no figura como un producto autorizado en el Registro Oficial de Fitosanitarios del MAPAMA. Además, este rodenticida, ha sido documentado ampliamente por la comunidad científica internacional como altamente peligroso para la fauna salvaje, por su persistencia en tejidos animales y su transferencia y acumulación en la cadena trófica.
Ante este hecho, desde GREFA hemos solicitado una reunión urgente con la Dirección del ITACYL (Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León) organismo dependiente de la Consejería de Agricultura con quien venimos colaborando en esta materia desde hace años; a fin de aclarar la situación y volcar todos los argumentos disponibles en oposición a esta autorización de uso de rodenticidas.
Así mismo, desde el mismo día 1 de Diciembre, hemos duplicado los esfuerzos de vigilancia en el campo, especialmente en aquellas zonas en las que nos encontramos trabajando en el control biológico. Durante esta campaña especial de control y seguimiento, pretendemos además de corroborar la presencia de topillos, conocer la posición de los agricultores locales y vigilar el uso ilegal de veneno.
También y como una gratificante sorpresa que nos pone doblemente en alerta, hemos podido constatar la actual reproducción de varias parejas de lechuza común en diferentes municipios de la Tierra de Campos palentina en los cuales están instalados nidales específicos para favorecer el control natural de la plaga.
Finalmente, mencionar, que estaremos presentes en la reunión convocada por ACENVA (Asociación para la Conservación y Estudio de la Naturaleza de Valladolid) el próximo día 15 de diciembre en la cual los diferentes grupos y entidades que trabajamos por la conservación de la naturaleza, nos reuniremos para analizar conjuntamente la situación.