La colaboración iniciada hace unos años entre la Diputación de Segovia y GREFA tendrá su continuidad un año más: acabamos de renovar el convenio que teníamos ya firmado desde 2014 para aplicar en varios municipios segovianos nuestro programa de control biólogico de topillo campesino. Por el fuerte componente territorial que tiene el proyecto, este tipo de acuerdos con las administraciones locales son vitales para ampliar y consolidar la cobertura de nuestras acciones.
Con la renovación del convenio desde GREFA nos comprometemos a seguir vigilando las trescientas cajas nido instaladas en los términos municipales de Aldea Real, Sauquillo de Cabezas y Escalona del Prado. Además, como es habitual en el proyecto, nos encargaremos también de mantener en buen estado de conservación los nidales. Otra de nuestras líneas de colaboración con la Diputación Provincial de Segovia será la sensibilización y educación ambiental, incluyendo campañas en centros escolares, con respecto al topillo campesino y a las pequeñas rapaces que son sus depredadores naturales y cuya población intentamos favorecer con nuestro proyecto.
Como sabéis, el topillo campesino causa graves daños en los cultivos agrícolas de Castilla y León durante los años en los que esta especie de roedor experimenta explosiones demográficas. Para aliviar el problema, desde GREFA en colaboración con otros organismos y entidades, pusimos en marcha hace casi diez años un operativo de control biológico que se basa en el fomento de las poblaciones de la fauna silvestre que caza y se alimenta de topillos, como alternativa al uso intensivo de rodenticidas. La principal acción del proyecto es la instalación de cajas nido para que críen en ellas cernícalos vulgares y lechuzas comunes.
Los expertos calculan que una pareja de cernícalo vulgar puede llegar a capturar unos 900 topillos durante los meses que dura la temporada de cría.