Desde su puesta en marcha hace diez años, el programa de control biológico de GREFA ha instalado unas 2.000 cajas nido para pequeñas rapaces depredadoras de topillos en más de treinta municipios de varias provincias de Castilla y León. Nuestro más reciente avance en este proyecto ha sido la colocación de un centenar más de nidales en dos municipios palentinos: Frechilla y Autillo de Campos. Como veis, sigue adelante nuestra apuesta por una alternativa sostenible para combatir las plagas del roedor.
De nuevo nos hemos trasladado a la extensa comarca castellana de Tierra de Campos, también conocida por los lugareños como Mar de Campos por su planicie que se extiende más allá del horizonte, pudiendo casi observarse la curvatura de la tierra. Tierra de avutardas y gansos de invernada, de heladas perennes que blanquean la tierra y exigen al caminante buen calzado y buenos calcetines. Y allí estábamos nosotros, los de GREFA, creando el sustrato de nidificación necesario para que el cernícalo y la lechuza lo tengan más fácil para vivir y controlar al topillo campesino.
No conocemos una manera más adecuada, ni más acorde con la conservación de la naturaleza, para que este roedor, en su afán reproductor, no termine devorando cuanto cultivo se ponga a su alcance. Para ello, en los municipios palentinos de Frechilla y Autillo de Campos hemos colocado recientemente un centenar de cajas nido, en un proyecto de control biológico de las plagas de topillo coordinado por el ITACYL (Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León) y la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León. Para ello nos desplazamos a Frechilla del 26 al 28 del pasado enero y a Autillo de Campos del 12 al 14 de este mes de febrero.
Lo que se pretende es que Tierra de Campos sea un ejemplo de gestión sostenible a la hora de controlar las plagas de topillo con la base de buenas prácticas agrícolas, de la recuperación paisajística y de la recuperación de las relaciones entre depredador y presa en las comunidades faunísticas de la comarca.
Agradecemos a los voluntarios y voluntarias que nos han acompañado en esta nueva aventura por el esfuerzo y el trabajo realizado y a los agricultores que cada vez en mayor número creen en una agricultura más sostenible.