Como parte del proyecto de control biológico del topillo, desde GREFA realizamos diferentes actividades que se complementan, como el seguimiento de fauna, la recuperación de hábitats o la colaboración con agricultores y entidades locales. Pero sin duda la formación es uno de los puntos fuertes y como ejemplo os contamos dos acciones recientes dirigidas a estudiantes de Primaria y de Bachillerato.
Dos de nuestras últimas actividades formativas han tenido destinatarios muy diferentes. La primera de ellas se desarrolló el pasado 10 de mayo y estuvo dirigida a escolares de quinto y sexto de Primaria del colegio “Reyes Católicos”, de Madrigal de las Altas Torres (Ávila). En este caso, tuvimos la suerte de compartir una divertida mañana con una veintena de jóvenes escolares que demostraron una gran sensibilidad y conocimiento sobre los problemas de conservación de las especies silvestres que habitan el medio rural, donde ellos mismos viven.
Dibujos con mucho “mensaje” medioambiental
Además, como tarea añadida de cara a una jornada posterior, los alumnos realizaron unos ilustrativos dibujos sobre el mensaje que les trasladamos, haciendo especial hincapié en la necesidad de conservar y potenciar las poblaciones de aquellas especies silvestres aliadas de los habitantes del campo. Una fauna que, por ejemplo en el caso de rapaces y otros vertebrados depredadores de micromamíferos, contribuye a prevenir plagas de animales como el topillo campesino, que puede ocasionar grandes pérdidas para los agricultores. Como son muchos alumnos y tantos bonitos dibujos, no hemos podido subir todos a nuestra web, pero en esta noticia os dejamos una bonita representación de parte de ellos. Además del que hemos elegido para empezar, a continuación tenéis otros dibujos realizados durante la jornada por los escolares abulenses:
El control biológico, una “profesión” con futuro
La segunda actividad formativa tuvo lugar en la Universidad Europea de Madrid, concretamente en el campus de Villaviciosa de Odón (Madrid), localidad hasta la que nos trasladamos el pasado 18 de mayo para hablar sobre el control biológico del topillo dentro de unas jornadas tituladas “Conservación medioambiental como profesión". El objetivo de estas jornadas era motivar a los jóvenes estudiantes de Bachillerato a elegir carreras que permitan esta salida profesional.
Esta fue una buena ocasión para reivindicar nuestra profesión como ecologistas (con múltiples y diversas formaciones) en un momento en el que, pese al grave deterioro del planeta y la fragilidad ambiental de nuestro entorno vital, aún hay quien cuestiona nuestra labor, que no busca otro objetivo sino el bienestar de la humanidad en un espacios sanos y llenos de vida.
Una vez más, tenemos que agradecer la calurosa acogida en ambos centros docentes, esperando que nuestro mensaje haya calado hondo en estos niños y jóvenes y deseando que en un futuro se puedan incorporar profesionalmente a este mundo de la conservación.
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