Desde hace años venimos informando de que la población de aguiluchos cenizos en la Comunidad de Madrid estaba sufriendo una drástica disminución. Planteábamos a la Administración madrileña encargada de velar por la biodiversidad que era urgente acometer un Plan de Recuperación de esta rapaz, para lo cual primero había que revisar el catálogo regional de especies amenazadas con el fin de situarla en el estatus de “En peligro de extinción”. Todas estas reclamaciones han ido cayendo año tras año en saco roto y en 2018 nos planteamos realizar la campaña de conservación y salvamento de aguilucho cenizo contando con la colaboración y el patrocinio de la empresa CLH, pero sin el respaldo que deberíamos tener del Área de Flora y Fauna de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid.
Entre los objetivos de los estatutos del recién creado Grupo Ibérico de Aguiluchos se encuentra el desarrollo de campaña de sensibilización y divulgación que tengan como eje vertebrador la situación en la que se encuentran los aguiluchos ibéricos y los hábitats esteparios. Por este motivo presentamos al MAPAMA:
Las especies del género Circus presentes en España son el aguilucho cenizo (Circus pygargus), el aguilucho pálido (Circus cyaneus) y el aguilucho lagunero (Circus aeroginosus). Las tres especies se encuentran protegidas en toda España y presentan diversos problemas de conservación que conllevan la necesidad de asumir las medidas de protección pertinentes para asegurar el futuro de estas especies.
En este sentido, ha sido puesto de manifiesto desde hace años la importancia de la cosecha mecanizada del cereal sobre la mortalidad de los pollos de aguilucho cenizo y pálido, que son las especies que nidifican en los cultivos de cereal (trigo y cebada principalmente). Este riesgo es mínimo en el caso del aguilucho lagunero, que sólo en ocasiones utiliza estos cultivos como sustrato de nidificación.
Si bien no existen estudios globales sobre el impacto real de las cosechadoras en las poblaciones del aguilucho cenizo y del aguilucho pálido, es patente que existe una mortalidad de pollos de ambas especies debido a las actividades propias de este tipo de maquinaria, al menos en determinados años y dependiendo de la fenología de la recolección del cereal y de la fenología de la reproducción de los aguiluchos, el porcentaje de muertes por cosechadoras y empacadoras es bastante elevado.
La exposición de los datos de los censos y campañas de salvamento, comarcales, provinciales o regionales en las última reuniones del GIA (Grupo Ibérico de Aguiluchos) ha dejado patente la coincidencia unánime del descenso generalizado del aguilucho cenizo (Circus pygargus) en todo el territorio peninsular en los últimos años.
Las causas que afectan al aguilucho cenizo (Circus pygargus) en menor medida el aguilucho pálido (Circus cyaneus) son:
A esta tendencia se suma una sistemática afección de los hábitats esteparios:
Los objetivos de realizar una campaña de sensibilización coordinada por el GIA, en la que participen organizaciones, colectivos, entidades privadas y públicas, instituciones científicas y naturalistas son:
Realización de charlas y reuniones a nivel local, comarcal, provincial y regional con el sector agrario.
Se proponen las acciones por un periodo de dos años en los que los miembros del GIA interesados y capacitados las desarrollen:
Recién iniciada nuestra campaña anual de conservación de los aguiluchos cenizos en la Comunidad de Madrid, gracias a la red de colaboradores y voluntarios que hemos creado para ello, los indicadores que nos llegan sobre el estado de conservación de esta bella rapaz no son nada positivos. Esperemos que con la contribución de todos los que trabajamos con la especie y una mayor implicación de las Administraciones competentes podamos afrontar esta preocupante situación.
Las especies del género Circus presentes en España son el aguilucho cenizo (Circus pygargus), el aguilucho pálido (Circus cyaneus) y el aguilucho lagunero (Circus aeroginosus). Las tres especies se encuentran protegidas en toda España y presentan diversos problemas de conservación que conllevan la necesidad de asumir las medidas de protección pertinentes para asegurar el futuro de estas especies.
En este sentido, ha sido puesto de manifiesto desde hace años la importancia de la cosecha mecanizada del cereal sobre la mortalidad de los pollos de aguilucho cenizo y pálido, que son las especies que nidifican en los cultivos de cereal (trigo y cebada principalmente).
Si bien no existen estudios globales sobre el impacto real de las cosechadoras en las poblaciones de aguilucho cenizo y de aguilucho pálido, es patente que existe una mortalidad de pollos de ambas especies debido a las actividades propias de este tipo de maquinaria. Al menos en determinados años y dependiendo de la fenología de la recolección del cereal y de la fenología de la reproducción de los aguiluchos, el porcentaje de muertes por cosechadoras y empacadoras es bastante elevado.
Ante esta situación se han venido desarrollando en este país algunas campañas de protección de los aguiluchos, muchas de ellas de continuidad limitada y sin responder a un plan de manejo de la especie, por lo que urge acometer campañas a medio y largo plazo que consoliden todos los esfuerzos por la conservación de estas singulares rapaces tan ligadas al medio agrícola.
Los datos obtenidos del seguimiento de estas especies en la Península Ibérica durante los últimos años son alarmantes, habiéndose registrado un descenso muy rápido del número de parejas reproductoras de ambas especies desde los años 90.
Este proyecto cubre el seguimiento de dos especies del género Circus (aguiluchos); C. cyaneus (aguilucho pálido) y C. pygargus (aguilucho cenizo) en España . Ambas especies se encuentran incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas
La especie tiene una distribución holártica apareciendo en latitudes boreales y templadas. En Europa se encuentra la subespecie nominal, evitando prácticamente las latitudes mediterráneas, llegando por el norte hasta Escocia, norte de Escandinavia y Rusia. La población europea se estima en 22.000-32.000 parejas.
Se distribuye por los dos tercios norte de la Península, siendo abundante en Navarra, Castilla y León y País Vasco, y escaso y disperso en el centro y meseta sur. Durante el invierno ocupa la práctica totalidad de la Península.
El hábitat típico de nidificación en el norte peninsular está formado por matorrales bajos y densos de brezos, tojos, etc. por debajo de los 1.800 m. También frecuenta pastizales y tierras de labor. En cambio, hacia el centro y sur peninsular se localiza en cultivos de secano (cereal). En invierno aparece más distribuido por todo tipo de zonas abiertas, incluso humedales.
En Europa tiende a la baja, particularmente en el centro y este, con grandes descensos poblacionales en Rusia, Polonia y Alemania, recuperándose en Gran Bretaña y permaneciendo estable en Escandinavia. Solamente unas pocas poblaciones han aumentado sus efectivos en el oeste de Europa: Francia y Holanda.
En España su población reproductora se ha estimado en 1994 en 837-999 parejas; en 2002 la estima es de 798 parejas, aunque este número no incluye la población en el 7% de las cuadrículas donde aparece (García y Arroyo, 2003). Los datos más recientes, de 2006, estiman entre 900 y 1.300 parejas, con una repartición claramente septentrional (Arroyo y García, 2007).
Sobre la especie
Sobre el hábitat
Se distribuye por el Paleártico occidental hasta el centro de Asia, concentrándose las mayores poblaciones nidificantes europeas en Rusia (60-65%), y un 20-25% entre Francia y la península Ibérica.
Estival. Se encuentra en todas las comunidades autónomas peninsulares, siendo muy rara en la vertiente atlántica de la Cordillera Cantábrica y relativamente escasa en el sureste. Ausente en Baleares y Canarias.
El hábitat óptimo de la especie son las grandes llanuras cerealistas, pudiéndose observar también en pastizales y eriales con matorral bajo de brezos, tojos, aulagas, etc. En las zonas costeras mediterráneas ocupa humedales, coscojares y maquias termófilas del interior de Castellón. Ha sido citado en la zona centro por encima de los 1.200 m.
En 1977 se estima una población nidificante en torno a 6.000 parejas. En 1980 entre 2.000 y 2.600 parejas. A mediados de los 90 la población entre 3.600 y 4.600 parejas. En 1994 la población en 3.647-4.632 pp. En 2002, García y Arroyo (2003) estiman la población en un mínimo de 4.926 pp. apuntando estos autores una cierta estabilidad o puntualmente en ligero ascenso después de fuertes regresiones acaecidas en los años 70 y 80. Por último, en 2006, se ha estimado un tamaño de población entre 6.093 y 7.389 parejas, situándose las mejores poblaciones reproductoras en Castilla y León, Andalucía y Extremadura (Arroyo y García, 2007).
A pesar de estos últimos datos y a falta de datos cuantitativos fiables sobre las tendencias poblacionales, varios autores afirman que la tendencia positiva mostrada es fruto de los programas de conservación actualmente en marcha (Arroyo et al., 2002).
Sobre la especie
Sobre el hábitat
Comprometidos con la problemática de estas especies nos hemos propuesto un programa estratégico en el que haya una representación social lo más amplia posible, porque si existe un aspecto muy evidente es que la conservación de estas especies requiere un firme vínculo de colaboración y apoyo entre agricultores, conductores de cosechadoras, empacadoras, guardería forestal, pastores, asociaciones agrarias, cazadores y, obviamente, grupos conservacionistas.
Así pues, los planteamientos propuestos para esta propuesta de conservación de los aguiluchos las siguientes acciones:
Lee aquí la propuesta de Educación y sensibilización: campaña de sensibilización sobre los aguiluchos ibéricos, aves y hábitats esteparios
En el año 2016 y como en años anteriores hemos realizado la campaña de conservación de los aguiluchos en la Comunidad de Madrid, con la “singularidad” de que en este año hemos contado con la colaboración de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid.