ESPECIE DEL MES EN GREFA: ÁGUILA PERDICERA
Cala emprende su aventura insular
Texto: José Antonio Montero
Fotos: GREFA
Acaba de llegar a Mallorca Cala y crece la esperanza del que el águila perdicera vuelva a criar en las islas Baleares, donde se extinguió hace décadas. Nacida este mismo año en el centro de recuperación de GREFA, es una de las aves reintroducidas por Red Bonelli, el proyecto que impulsa la recuperación de esta especie poderosa y discreta en la cuenca mediterránea.
Al igual que muchos turistas, Cala llegó a Palma de Mallorca el pasado 24 de abril en ferry desde el puerto de Valencia, después de un viaje en AVE desde Madrid. Pero esta águila perdicera nacida hace unos dos meses en el Centro de Recuperación y Hospital de Fauna Silvestre de GREFA (Majadahonda, Madrid) ha venido a las islas Baleares para quedarse. Con suerte, será una de las protagonistas del regreso de su especie a los cielos de Mallorca, donde llevaba varias décadas extinguida.
Cala es la primera águila perdicera que se reintroduce este año por el proyecto Red Bonelli, que desde 2010 ha llevado a cabo más de veinte sueltas de ejemplares de esta especie tanto para crear nuevas poblaciones, como es el caso mallorquín, como para reforzar las ya existentes, que es lo que se está haciendo en la Comunidad de Madrid y Navarra.
Cala ha seguido el protocolo previsto para todas las águilas perdiceras nacidas en cautividad que están siendo reintroducidas por este proyecto y cuentan con pocas semanas de vida. A esa edad aún conservan intacto todo su potencial para adaptarse a su hábitat natural y no han tenido tiempo aún de desarrollar lazos de dependencia con sus cuidadores humanos. A ello ayuda que los ejemplares nacidos en el centro de recuperación de GREFA son criados directamente por sus progenitores o por aves nodrizas.
Nada más llegar a Mallorca fue trasladada a la zona de reintroducción: la reserva de Puig de Galatzó, una finca del término municipal de Puigpunyent dedicada al turismo en la naturaliza cuyos propietarios han querido colaborar con el proyecto. La prioridad, como en cualquier reintroducción, es crear en Cala un vínculo duradero con el lugar donde va a ser soltada, en plena sierra de Tramuntana, para que vuelva a la misma zona cuando pase el tiempo y esté en edad de elegir su propio territorio de cría y de reproducirse. ¿Cómo se consigue esto? La respuesta es el método hacking, que implica mantener a Cala un par de semanas en un jaulón de aclimatación en la propia zona de suelta, mientras se le aporta comida, hasta que el ave decida emprender sus primeros vuelos.
Esta águila perdicera es una de las doce de su especie que han sido reintroducidas en Mallorca por Red Bonelli desde hace tres años. En todo ese tiempo han tenido que afrontar muchos de los riesgos y avatares propios de las aves jóvenes en su recién iniciada viva en total libertad. Actualmente sobreviven siete y una muy buena noticia es que dos de ellas, el macho Vent y la hembra Bel, han formado pareja. Me cuenta Carlota Viada ,coordinadora del plan de reintroducción del águila perdicera en Mallorca, que ya se las ha observado en movimientos nupciales (vuelos en paralelo y engaches de garras), aunque no se espera que críen aún este año por su inexperiencia.
EL AZOTE DE LOS TENDIDOS:
El águila perdicera, también llamada águila de Bonelli, representa a la perfección ese aire de naturaleza indómita y discreta tan característico de las serranías ibéricas en las que vive, principalmente en el sur peninsular y en litoral mediterráneo. La población española, la más importante de Europa, es inferior al millar de parejas, pero esta especie catalogada como amenazada en nuestro país no ha sido capaz de concitar tanto apoyo social ni beneficiarse de las inversiones al nivel de otros emblemas de nuestra fauna como el águila imperial. Sin embargo sufre como pocas algunas de las amenazas “clásicas” de nuestras rapaces. La muerte por electrocución de algunos de los ejemplares liberados por Red Bonelli ha demostrado que el esfuerzo realizado estos años atrás para reducir la peligrosidad de los tendidos eléctricos es aún insuficiente.
EJEMPLO DE COOPERACIÓN:
El proyecto “Red Bonelli” pretende la recuperación del águila perdicera en la cuenca mediterránea. Impulsado por GREFA, actualmente participan en este proyecto los Gobiernos de Madrid, Navarra, Baleares y Andalucía, la Diputación Foral de Álava, la ONG francesa Ligue pour la Protection des Oiseaux (LPO), dedicada a la conservación de las aves, y la UFCS, entidad que agrupa a casi medio centenar de centros de recuperación de fauna silvestre de Francia. La principal medida de “Red Bonelli” es la reintroducción o el reforzamientos de las poblaciones de la especie mediante la liberación de ejemplares en su mayoría críados en cautividad o cedidos por los centros de recuperación de fauna silvestre. Más información, en proyectos: Red Bonelli.