Nos complace comunicaros un logro que nos llena de orgullo. Por primera vez hemos conseguido que nazcan tres pollos de buitres negros, de otras tantas parejas reproductoras, dentro del programa de cría en cautividad de esta especie amenazada que desarrollamos desde GREFA. Un éxito que dice mucho de la dedicación y experiencia de nuestro equipo de cría y que supondrá un importante impulso al proyecto de reintroducción del buitre negro que llevamos a cabo en la Sierra de la Demanda y Pirineos.
Han pasado muchos años desde que GREFA consiguiera reproducir por primera vez el buitre negro. La hembra "Titania" y el macho "Oberón", hacia el año 2009, lograban sacar adelante a "Obaga", el primer pollo que nació en nuestras instalaciones, que sería liberado en la reserva de Boumort (Lleida), dentro de nuestro proyecto de reintroducción de la especie en el Pirineo catalán. Desde entonces, conseguir más ejemplares reproductores y más pollos ha sido una de las prioridades del programa de cría en cautividad del buitre negro.
En el año 2014 lográbamos que criase otra de nuestras parejas reproductoras. Ya no era cuestión de suerte, parecía que habíamos encontrado la manera de reproducir esta especie tan tímida (y, por lo tanto, delicada en su manejo en cautividad). Pero no sería hasta el año 2016 cuando conseguimos por primera vez que dos pollos salieran adelante en nuestras instalaciones. Les llamamos "Zarza" y "Zolorro" y su destino fueron las dos zonas de reintroducción de buitre negro en activo del Proyecto Monachus de GREFA: la reserva prepirenaica de Boumort y Huerta de Arriba (Burgos), en plena Sierra de la Demanda.
Pues bien, en 2018 nuestro programa de cría en cautividad del buitre negro ha dado un importante salto hacia adelante. Para explicarlo debemos remontarnos al verano de 2017, cuando trasladábamos a unas instalaciones de nueva construcción nuestras cinco parejas de buitre negro. Diseñadas específicamente para albergar a esta especie, parecían dar sus frutos bien pronto, al observar nuestro personal que todas las parejas aportaban gran cantidad de material al nido y comenzaban a copular inusualmente temprano para la fenología de la especie.
Con los nervios a flor de piel, llegaba el pasado mes de febrero y obteníamos nuestra primera puesta. La hembra "Chaparrilla" y el macho "Errante", una pareja de reciente formación, ponían un diminuto huevo que fue retirado para su incubación artificial. "Chaparrilla" es especialmente joven y "Errante"... Bueno, "Errante" tiene una historia peculiar y su edad es desconocida (aunque su plumaje y comportamiento nos podría indicar que es de edad avanzada). Su huevo resultó ser fértil.
A inicios de marzo otras tres parejas realizaron puestas en un margen de una semana, ante el asombro de nuestro personal del programa de cría. El balance final: cuatro de cinco parejas realizaban puesta y tres de cuatro consiguieron que fuera fértil.
La fase más delicada
A partir de entonces se desarrolló la parte más delicada de la cría en cautividad: la incubación artificial. Años de ensayos y mejoras hicieron que nuestro equipo sacara adelante los tres huevos y presenciamos el nacimiento de otros tantos estupendos pollos de buitre negro, que crecen ahora en nuestras instalaciones. El mayor de todos se encuentra con sus padres adoptivos. Los dos pequeños serán introducidos en los nidos en los próximos días.
La cría en cautividad del buitre negro es compleja. A lo largo y ancho de Europa, en sus numerosos centros zoológicos, solo un puñado de ejemplares nacen en cautividad y pasan a engrosar las listas de los ejemplares liberados dentro de los programas de recuperación de la especie. Haber conseguido que críen con éxito nada menos que tres parejas reproductoras, a las que hay que sumar otras dos potencialmente reproductoras, llena de orgullo a todo el equipo de GREFA. Queremos agradecer, además, la confianza que numerosos centros y administraciones han depositado en GREFA a la hora de ceder ejemplares aptos para los programas de cría en cautividad.