La Comunidad de Madrid nos ha presentado una orden que está tramitando sobre medidas agroambientales para la conservación de las aves esteparias que carece de coherencia territorial, desconoce la realidad del grupo faunístico al que en teoría trata de favorecer y convierte en inútiles las inversiones propuestas para sufragar estas ayudas al agricultor. Nos ha parecido tan deficiente que desde GREFA pensamos que habría que retirarla y rehacerla de nuevo.
Teníamos la esperanza del alumbramiento de una orden que recogiera medidas agroambientales que apoyaran realmente la conservación de las aves esteparias en la Comunidad de Madrid. Pero el borrador que nos ha presentado la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad es un conjunto de compromisos a los que pueden acogerse los agricultores que en nada o muy poco pueden beneficiar a la avutarda, el sisón, los aguiluchos, el alcaraván, el cernícalo primilla, la ganga ibérica y tantas otras especies de nuestros agrosistemas tan necesitadas de ayuda en nuestros días.
¿Por qué consideramos que es un documento que lo mejor que se puede hacer con él es retirarlo? Obviamente, retirarlo y rehacerlo de nuevo, contando con la participación de agricultores, cazadores y organizaciones comprometidas en la conservación de la naturaleza. Pues porque en primer lugar, el ámbito territorial propuesto en la orden se limita a tres zonas ZEPA que en sus Planes de Gestión como territorios que son de la Red Natura 2000, ya deberían tener articuladas estas y otras medidas agroambientales.
En segundo lugar, porque quedan excluidas zonas de alto valor para las aves esteparias de la Comunidad de Madrid y en tercer lugar porque esta normativa muestra un desconocimiento absoluto de la distribución y fenología reproductiva en la Comunidad de Madrid de las especies objetivo a las que van destinadas las medidas propuestas.
Sin planes de recuperación
¿Qué hemos hecho para contrarrestrar este desperfecto? Pues elaborar un documento refutando algunos de los aspectos recogidos en el borrador de la consejería, resaltando la importancia que otras zonas fuera de los territorios propuestos en la orden tienen para preservar las aves esteparias en la Comunidad de Madrid.
También hemos puesto de manifiesto que las fechas ligadas a la fenología reproductiva de algunas de las especies más amenazadas o emblemáticas no coincide con las fechas de las acciones propuestas, haciendo inútil la inversión propuesta. Este desajuste tan palmario pone de evidencia una vez más que la Comunidad de Madrid no ha desarrollado ningún Plan de Recuperación, Conservación o Manejo para estas especies amenazadas, planes que deberían estar redactados y aprobados hace tiempo y sobre los cuales tendrían ahora que articularse las ayudas agroambientales.
Si esta orden tal y como está concebida sale adelante, se habrá perdido (una vez más) una gran oportunidad en la Comunidad de Madrid de hacer las cosas bien con su excepcional y vapuleada biodiversidad. ¡Qué lástima!