http://goo.gl/zIs7KL). El desaliento que nos invade cuando alguno de estos animales muere por estos peligros solo se ve aliviado por la contribución a combatir la causa de su mortandad que supondrá la información que trasmitió en vida. Es el caso del buitre negro Hoz, cuyo cadáver encontramos en avanzado estado de descomposición el pasado verano en las cercanías de su nido. Para mayor fatalidad, el pollo que criaba tampoco sobrevivió, a tenor de los restos que encontramos en el propio nido, y en cuanto al otro miembro de esta pareja reproductora, la hembra, no tenemos noticias y nos tememos lo peor.
Una de las principales aportaciones del seguimiento que hacemos actualmente a casi un centenar de rapaces marcadas con emisor es lo mucho que nos dicen de las amenazas a las que se enfrentan (Hagamos un poco de historia. Hoz fue el primer ejemplar de su especie que llevó un emisor GSM de telefonía móvil. Corría el año 2009 y era la primera vez que utilizábamos en GREFA esa nueva tecnología telemétrica, gracias a la colaboración de la empresa norteamericana Microwave. Se le marcó ya de adulto, en la pequeña colonia de la especie situada en la Sierra Oeste de Madrid, gracias a la ayuda del especialista Víctor García Matarranz, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama).
Hasta el día de su muerte seis años después, Hoz nos ha dado grandes sorpresas, como sus movimientos de cientos de kilómetros por todo el norte y centro ibéricos, sobre todo durante la primera etapa de su ciclo vital una vez liberado. Gracias a su constancia reproductora, que le ha llevado a criar todos los años durante los que le hemos estado siguiendo, descubrimos la existencia de otro pequeño núcleo reproductor de buitre negro cercano al de la Sierra Oeste de Madrid, aunque ya en territorio de la provincia de Ávila, concretamente en la comarca de Tierra de Pinares.
Desde hace tiempo sabíamos que una de las visitas habituales de Hoz, al igual que otros buitres negros a los que seguimos, era el vertedero de residuos CTR Ávila Norte para alimentarse, en el término municipal de Urraca Miguel (Ávila). El mismo vertedero que ha saltado recientemente a los titulares de la prensa por ser la posible fuente de intoxicación de un buen número de buitres negros y leonados cuyos restos han aparecido recientemente cerca de esta instalación (http://goo.gl/QGzjsr). De hecho, según la descarga de datos de su emisor GSM, el CTR Ávila Norte fue el último punto donde se alimentó Hoz antes de su trágico final.
La gran dependencia trófica de nuestras rapaces sobre los vertederos y tantos casos recientes de mortandad de la que son víctimas muchos de los ejemplares que se alimentan en estas instalaciones son un serio aviso para las administraciones responsables y empresas gestoras, en el sentido de estar vigilantes e investigar lo que está pasando y, sobre todo, arbitrar las medidas necesarias para atajar un problema que puede ir a más. Desde GREFA nos brindamos a ofrecer toda nuestra información y experiencia para ello.