Radiografía de la cabeza y el cuello de un buitre leonado con varios perdigones.Radiografía de la cabeza y el cuello de un buitre leonado con varios perdigones.Aunque es un goteo constante que se produce año tras año, no podemos ni queremos acostumbrarnos a la rabia y la desazón de recibir en nuestro Hospital de Fauna Salvaje a tantos y tantos animales que ingresan tras haber sido disparados, sin importar que la mayor parte de ellos pertenezcan a especies protegidas, en especial aves rapaces. El año 2017 está siendo especialmente dramático en este sentido, lo que nos refuerza en el convencimiento de la importancia de trabajar para salvar a la fauna tiroteada y erradicar las prácticas indignas y delictivas que causa este problema.

En lo que va de año han ingresado en GREFA más de cuarenta animales víctimas de disparos, la mayoría pertenecientes a especies protegidas. Hemos revisado los datos de los que disponíamos de ingresos de fauna desde el año 2010 y tenemos que deciros que 2017 ha superado tristemente todos los récords en cuanto a ingresos de ejemplares tiroteados. Destacan las rapaces como objetivo de los escopeteros: nos han entrado cernícalos, milanos negros, ratoneros, águilas culebreras, halcones, azores, gavilanes, búhos reales, aguiluchos... ¡incluso un águila imperial!

Radiografía de un ratonero con fracturas en ambas alas por disparo y con perdigones dispersos por el cuerpo.Radiografía de un ratonero con fracturas en ambas alas por disparo y con perdigones dispersos por el cuerpo.Aproximadamente la mitad de los ingresos tuvo lugar entre los meses de agosto y noviembre, coincidiendo con la mayor presión cinegética derivada de la media veda y la primera fase de la temporada cinegética habitual. Desde GREFA no nos cansamos de denunciar este tipo de casos, que hemos tenido que tratar en las últimas semanas con especial intensidad por culpa de ciertos personajes armados y desalmados que se dedican a disparar a animales no cinegéticos, acabando de un plumazo con la vida de muchos de ellos o provocándoles lesiones que les llevarán a una muerte segura.

En algunos casos, los ejemplares disparados llegan a nuestro centro gracias a la solidaridad de personas comprometidas con el medio ambiente y la conservación de la fauna, dándoles a estas pobres víctimas una segunda oportunidad para volver al medio natural. A veces, tras el paso por nuestras instalaciones, la liberación es un objetivo alcanzable; en otros, las lesiones son tan graves que el animal no puede seguir viviendo libre o incluso pierda la vida.

No podemos dejar de expresar nuestro agradecimiento a todas las personas que acercan a estos animales heridos por el disparo de un desaprensivo a nuestro hospital de fauna o nos dan el aviso para que el Equipo de Rescate de GREFA recoja el animal cuando el traslado por parte del particular no es posible. Gracias a todos, seguiremos luchando por nuestra fauna.