Halcón peregrino en su instalación de GREFA, recuperándose de los disparos recibidos durante la media veda de 2018.Halcón peregrino en su instalación de GREFA, recuperándose de los disparos recibidos durante la media veda de 2018.Cada año, desde mediados de agosto, se escuchan los mismos comentarios entre trabajadores y voluntarios de GREFA: ¿Ya ha ingresado el “primer disparado”? Por desgracia ya no nos sorprende que entren en nuestro hospital de fauna ejemplares de especies no cinegéticas abatidos por disparos. Año tras año vemos cómo un gran número de estos casos se produce en la misma época, al inicio de la media veda. Este año ya les ha tocado a un ratonero, dos cernícalos vulgares, un azor y un halcón peregrino.

Cada uno de estos animales tiene su historia, pero todos ellos comparten fracturas en diferentes partes de su cuerpo provocadas por los perdigones. Estas graves lesiones han hecho imposible el vuelo para estos ejemplares, por lo que han pasado días sin poder cazar ni buscar alimento en el medio natural desde que fueron abatidos hasta que, finalmente, han sido encontrados heridos. Al llegar al Hospital de Fauna Salvaje de GREFA estaban muy deshidratados y delgados, lo que empeora todavía más su pronóstico.

Aunque los cinco casos, todos ellos referidos a especies protegidas por la ley, nos apenan e indignan, quizá el más hiriente es el del halcón peregrino, rapaz catalogada en la Comunidad de Madrid como “De interés especial”. Se trata de un ejemplar joven del año que con tan sólo unos meses de edad ya ha conocido una de las peores consecuencias de la caza ilegal de especies protegidas. Su estado, al igual que el de uno de los cernícalos vulgares, ha llegado a ser muy crítico, por lo que se encuentran en nuestra unidad de cuidados intensivos recibiendo atención veterinaria.

Desgraciadamente, el ratonero y el otro cernícalo vulgar han corrido peor suerte ya que, a pesar de los esfuerzos del equipo veterinario de GREFA, murieron tras ingresar en nuestras instalaciones debido a las graves lesiones que presentaban como consecuencia de los disparos.

Con el nombre de "media veda" se conoce al periodo estival de aproximadamente un mes en el que se autoriza la caza de ciertas especies, pero por desgracia son otras muchas, no cinegéticas y legalmente protegidas, las afectadas. En los pocos días que llevamos de media veda, ya tenemos cinco ingresos por disparos ilegales. El año pasado no nos dejó muy buen recuerdo en este sentido [https://goo.gl/tp8kbG]. Ahora las preguntas que nos hacemos son: ¿Cuántos más nos esperan hasta el final de la media veda, el próximo 15 de septiembre, y cuándo acabaremos con esta gran amenaza para nuestra fauna?

Radiografía de este mismo halcón, en el que se aprecian dos perdigones en su cuerpo.Radiografía de este mismo halcón, en el que se aprecian dos perdigones en su cuerpo.