Una pareja de cigüeña blanca y otra de cigüeña negra viven y se reproducen en las propias instalaciones de GREFA. Por estas fechas la primera ya tiene pollos, que acabamos de anillar, y a la segunda la estamos ayudando a sacar adelante su puesta. Por estas fechas tan intensas para ellas, estos representantes de las dos especies de cigüeñas presentes en nuestra fauna nos recuerdan los avatares de tan fascinantes aves.
En los años cincuenta del siglo pasado, un eminente profesor de biología de la Universidad Complutense de Madrid, Don Francisco Bernis, les decía a sus alumnos frente a un nido de cigüeña blanca que se fijaran detenidamente en aquel ave porque se encontraban ante una especie que en breve tiempo podría desaparecer.
Unos años después, en 1987, la asociación alcarreña DALMA organizó en Guadalajara un simposio sobre cigüeñas ibéricas donde participaron 35 especialistas tanto de cigüeña blanca como de cigüeña negra. En las conclusiones recogidas en el libro editado con las ponencias y comunicaciones se mencionaba que “se constata la drástica disminución de la población de estas especies en todas sus áreas de distribución en la Península Ibérica y urge a los Organismos competentes en materia de Medio Ambiente de España y Portugal a tomar medidas para la conservación en cumplimiento de los Convenios internacionales".
En la actualidad la realidad es bien distinta para la cigüeña blanca, cuyas poblaciones han aumentado considerablemente, mientras que para la cigüeña negra la situación es aún peor de como se encontraba hace treinta años. ¿Qué ha pasado en este periodo? Pues sobre todo que la cigüeña blanca, de un marcado carácter antrópico, se ha visto beneficiada de la aparición de los macrovertederos, donde son depositadas diariamente toneladas de restos de comida procedente de nuestros hogares. En cambio, para la cigüeña negra, que rehuye la presencia humana y busca lugares recónditos, el deterioro de los espacios naturales y las molestias durante el periodo reproductor está provocando la disminución de sus poblaciones.
Dos realidades muy diferentes para estas dos zancudas que en GREFA las tenemos de manera presente en nuestras instalaciones. Las cigüeñas negras irrecuperables viven en una instalación educativa de nuestro centro "Naturaleza Viva", al mismo tiempo que una pareja de cigüeñas blancas se reproducen todos los años en una torreta que REE diseñó, construyó e instaló en nuestros terrenos.
La semana pasada los cuatro pollos nacidos en la torreta han sido bajados de su nido para ser anillados, un hecho que se repite todos los años desde hace casi una década. Unos días antes fueron retirados los huevos de nuestra pareja de cigüeña negra, para trasladarlos a la incubadora y garantizar así la buena marcha de la crianza, que fueron sustituidos por unos de escayola en el nido para que los progenitores no perdieran el estímulo reproductor. ¡Larga vida a nuestras cigüeñas y su descendencia!