El pasado 30 de octubre nos trasladamos al municipio de Peñarrubias de Pirón, en Segovia, para atender una solicitud de un particular interesado en el control biológico de plagas, en concreto de topillo campesino. Nos complace comprobar cómo va calando cada vez más la importancia de abordar este tipo de problemas con métodos sostenibles y preventivos como los que llevamos años poniendo en práctica. Y es que, como versa el título de esta noticia, muchos de los problemas y desequilibrios que acontecen en el campo suelen hallar sus soluciones más sencillas en la gestión natural del conjunto del entorno donde surgen. Es la respuesta que hemos dado al repunte de topillos que se ha experimentado en este pueblo segoviano.
Con el nombre de "Las Abesanas", se conoce a un alojamiento rural muy acogedor donde además se celebran con frecuencia actividades y talleres formativos. Este alojamiento cuenta con una finca de monte mediterráneo donde se intercalan los árboles frutales y la horticultura. Es por esto que ante la abundancia de topillo campesino durante la pasada primavera, el propietario ha decidido anteponerse a una eventual plaga del roedor en el futuro mediante la prevención.
Precisamente la prevención es el concepto básico para entender el funcionamiento de la gestión sostenible de las plagas. Cuando éstas se desencadenan es ya muy difícil detenerlas y solo remitirán por sí mismas ante la confluencia de factores que acaban afectando a la especie que ha experimentado la explosión demográfica, como contagio de enfermedades, proliferación de parásitos, competencia, falta de alimento, hambre e incluso canibalismo.
Sin embargo, cada vez es más extendido el conocimiento científico-técnico que aboga por medidas de gestión basadas en anteponerse a este fenómeno mediante la recuperación de interacciones naturales entre depredadores y presas. En este sentido, nos complace recordar el nuevo marco legislativo aprobado por la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León en la orden AYG/96/2019, aprobada en febrero de 2029, por la que se establece en esta comunidad autónoma la estrategia de gestión integrada de riesgos derivados de la presencia de topillo campesino.
Esta normativa aboga por el control biológico, la recuperación de biodiversidad y el respeto a la fauna salvaje como herramientas de lucha contra las plagas de topillo. Además, conviene insistir en algo muy importante de lo que además desde GREFA nos sentimos partícipes y es que a día de hoy ha quedado ya terminantemente prohibido el uso fitosanitario de rodenticidas y de quemas para combatir al topillo campesino en el campo.
Cajas nido para tres especies
Volviendo a la finca "Las Abesanas", lo que hemos hecho ha sido facilitar refugios para la fauna depredadora de topillos, mediante la instalación de seis cajas nido sobre postes de madera: dos para cernícalo vulgar, dos para mochuelo europeo y dos para lechuza común.
Agradecemos a Sébastien Noulet, de "Las Abesanas", su confianza y su compromiso con la biodiversidad y esperamos que pronto lleguen nuevos inquilinos a sus cajas nido.
YA FUE NOTICIA
Control biológico del topillo campesino: balance de resultados en 2020 y punto y seguido en nuestra colaboración con el Miteco
https://www.grefa.org/component/content/article/95-proyectos/servivios-ambientales/control-biologico-del-topillo-campesino/noticias-control-biologico-del-topillo-campesino/3667-control-biologico-del-topillo-campesino-balance-del-ano-y-punto-y-seguido-en-nuestra-colaboracion-con-el-miteco
Diez años de nuestro proyecto de control biológico del topillo
https://www.grefa.org/component/content/article/95-proyectos/servivios-ambientales/control-biologico-del-topillo-campesino/noticias-control-biologico-del-topillo-campesino/3557-diez-anos-de-nuestro-proyecto-de-control-biologico-del-topillo