Rogelio y Mochuela son dos de nuestros buitres negros irrecuperables que hasta hace poco formaban parte de Centro Educativo Naturaleza Viva de GREFA. En octubre de este mismo año ambos fueron trasladados a la Sierra de la Demanda, en el contexto del Proyecto Monachus, para mantenerlos en semilibertad con una función clave para el proyecto: incentivar el asentamiento de buitres negros salvajes, y en un futuro, de los buitres negros liberados.
Algunas de las personas que contactan con nosotros interesándose por la posibilidad de apadrinar un animal salvaje insisten en que no quieren que se trate de una simple transacción económica. Pronto descubren que ese riesgo no existe, porque con cada modalidad de apadrinamiento buscamos siempre vías de participación que permitan disfrutar al máximo de la experiencia y que al mismo tiempo cumplan una labor educativa y de sensibilización.
La recuperación del buitre negro en el Sistema Ibérico traspasa fronteras mediáticas y se expande al resto del país en la tirada dominical del periódico “El Mundo” del pasado 27 de noviembre, en un extenso reportaje documentado por Teresa Guerrero (periodista) y Sergio González (cámara), con el título “El buitre negro aprende a ser libre”.
Os ponemos en situación: resulta que varios integrantes de GREFA nos fuimos a pasar el fin de año de 2015 a una cabaña en el Alto Sil leonés. Y coincidió que en esas fechas, entre caminatas, celebraciones y brindis, andábamos siguiendo con atención las localizaciones del GPS con el que teníamos marcada a una hembra de buitre negro. Bautizada como "Pilar", sobrevolaba por aquel entonces tierras extremeñas, después de iniciar su fase de dispersión juvenil desde Pirineos. ¿Por qué desde esas montañas? Os lo explicamos a continuación.
A veces hay hechos que nos sorprenden y sin duda las circunstancias que llevan a nuestra fauna salvaje a realizar desplazamientos insólitos e incluso a veces inabarcables a nuestro entender es uno de ellos. Si bien es cierto que no es algo puntual el rescate de aves no marinas en la inmensidad del océano, el comportamiento dispersivo de ejemplares lejos de sus áreas de distribución nos aporta una información valiosísima para entender los procesos biológicos de la comunicación entre las poblaciones faunísticas, así como a asentar los pilares metodológicos en el desarrollo de proyectos para su conservación.