Hay historias únicas, historias conmovedoras, historias sorprendentes, historias que merecen ser contadas... y luego hay historias que lo reúnen todo. En este grupo habría que meter la protagonizada por el águila real "Matusalén", un animal troquelado que pasó muchos años en el Hospital de Fauna Salvaje de GREFA, y por nuestro compañero Pablo, biólogo y responsable de los proyectos de cría en cautividad que tenemos.
Es una historia de amor verdadero. Eso sí, un amor nada corriente, porque si a cualquiera de nosotros a los veinte años nos hubiesen preguntado cómo imaginábamos nuestra futura pareja podríamos haber dicho muchas cosas. Pero seguro que a ninguno se nos hubiese pasado por la cabeza pensar que ese lugar podría ocuparlo un águila real.
Primer plano del águila real "Matusalén"
Pablo Izquierdo había sido voluntario en GREFA desde el año 2008 y, tras dos años de paréntesis en un centro de reproducción de rapaces en Reino Unido, regresó en 2011 ya como responsable del Departamento de Cría en Cautividad de nuestra asociación. Nada más llegar y hacerse cargo de sus nuevas funciones en nuestras dependencias de Majadahonda (Madrid), conoció a "Matusalén", un macho de águila real que como su nombre indica llevaba con nosotros mucho tiempo. Casi tanto como los años de vida del propio Pablo. Cuando se conocieron algo vieron el uno en el otro porque inmediatamente establecieron una relación única. En realidad lo que hizo posible esa conexión fue la misma causa que obligaba a "Matusalén" a permanecer en el hospital de fauna de GREFA desde hacía tantos años: era un animal "troquelado", es decir, acostumbrado a las personas, y eso le impedía llevar una vida normal en libertad.
"Matusalén" cuida a dos pollos adoptivos.
Toda una vida en pareja
Durante mucho tiempo se intentó emparejar a “Matusalén” con hembras de su especie, pero él las ignoraba. Hasta que llegó el día en el que descubrió en Pablo el compañero de vida que ninguno de sus congéneres había conseguido ser y, por lo tanto, decidió ofrecerle lo mejor de sí mismo. Le cortejó, construyeron juntos un nido con palos que "Matusalén" aportaba y su cuidador colocaba con esmero, "pusieron" huevos (de escayola, para despertar su instinto de incubarlos) y durante todo ese proceso Pablo se dio cuenta de que aquel águila real sería un estupendo padre adoptivo.
La oportunidad no tardó en presentarse. Ese mismo año una pareja de águilas reales de nuestro centro destinadas a la cría en cautividad tuvo una primera puesta con dos huevos. Nuestro protocolo en estos casos para asegurar una mayor tasa de eclosión y garantizar el nacimiento de los pollos conlleva la retirada de la primera puesta y su traslado a nuestra sala de incubación artificial. Las aves realizan entonces una segunda puesta. Cuando los huevos de esa segunda puesta sean también llevados a las incubadoras, los pollos nacidos de la primera puesta son devueltos a sus progenitores para que sigan con su crianza. Sin embargo, esta pareja de águilas reales fracasó en su segunda puesta y por lo tanto no se les pudo devolver los pollos nacidos de sus primeros huevos.
Había llegado el turno de "Matusalén", quien cumplió a la perfección. Se sustituyeron sus huevos de escayola por los dos pollitos de la otra pareja y enseguida los acogió como el gran padrazo que era. A Pablo, claro, le tocó asumir su parte en la crianza, porque lógicamente "Matusalén" esperaba que nuestro compañero le diera los correspondientes relevos en el cuidado de los pollos. Así que ahí teníamos a nuestra atípica y feliz familia formada por "Matusalén", Pablo y sus dos pollos adoptivos. Una vez crecidos, estos pollos fueron destinados al proyecto de reintroducción del águila real en la Serra do Xurés, en Galicia.
En años sucesivos se sucedieron otras exitosas adopciones. Pero el vínculo entre Pablo y "Matusalén" sólo se rompió con la muerte de esta águila real en el año 2015. Sin embargo su recuerdo sigue estando muy presente para nosotros.
"Matusalén" en el recinto de GREFA donde vivía antes de su muerte en 2015.
El vídeo de GREFA
El águila real "Matusalén" se acerca a Pablo junto a su nido en GREFA.
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