“6005743” es la anilla oficial que identifica de manera individual e inequívoca a la heroína de esta historia. Un número aparentemente como cualquier otro pero detrás del que se esconden cifras de auténtico récord: longevidad, recapturas, productividad, descendencia, presas... La lechuza “Dama Blanca” no deja de batir marcas dentro de nuestro proyecto de Control Biológico de Topillo Campesino.
Pero empecemos por el principio. Es el año 2021 y estamos en la provincia de Segovia, en el entorno del Parque Natural de las Hoces del Río Riaza y el Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega de la Serrezuela, donde trabajamos con el apoyo de nuestros compañeros de WWF España desde 2015. En ese momento llevamos instalados 1.800 nidales para pequeñas rapaces (en la actualidad son bastantes más) en seis de las nueve provincias castellanoleonesas, como desarrollo del trabajo de GREFA para el control biológico de las plagas de topillo. De esas cajas nido, novecientas tienen un diseño específico para lechuza y en ellas detectamos 267 parejas reproductoras, que tuvieron ese año 1.046 pollos. La hembra de una de esas parejas era la que tenía la anilla “6005743”.
En aquel entonces, cuando la capturamos por primera vez para anillarla, "Dama Blanca" era un individuo adulto que había nacido en 2020 o antes. Eso ya le confería cierto mérito si tenemos en cuenta la escasa presencia de lechuza en aquella zona, pero su verdadera importancia y su dimensión la iba a ir ganando con el paso de los años. Porque en todas y cada una de las siguientes campañas de monitorización y anillamiento volvimos a recuperar este ejemplar, que siguió ocupando nidos del mismo territorio en 2022, 2023 y 2024. Todas esas capturas consecutivas nos han aportado datos de gran interés, sobre todo porque evidencian la fijación del ejemplar a su zona de cría, pero también por la ilusión que nos produce confirmar su supervivencia cinco años o más, cuando la vida media de una lechuza en libertad se estima que en el mejor de los casos no suele pasar de cuatro.
Sus plusmarcas no acaban ahí sino que además en 2024 tuvo nueve crías, superando el máximo registrado por GREFA para esta especie en la provincia de Segovia entre 2015 y 2024. Si a eso le sumamos los cinco pollos que sacó adelante en 2021 y los cinco de 2022 (solo en 2023 perdió la puesta), resulta que este excepcional ejemplar ha producido 19 pollos desde que tenemos registros suyos. Una contribución titánica a una especie cuyas poblaciones se encuentran en franca regresión, con pérdidas de hasta el 50% de sus efectivos en algunas zonas, y que se enfrenta a múltiples y graves amenazas, todo lo cual la llevó a ser elegida Ave del Año por SEO/BirdLife en 2018.
Los nueve pollos de "Dama Blanca" de 2024, a los pocos días de nacer, en su caja nido. Foto: Carlos Cuéllar / GREFA.
Decenas de miles de topillos depredados
Pero para cifra récord la que hemos dejado para la traca final: se calcula que una lechuza caza unos 1.500 topillos cada año, por lo que nuestra “Dama Blanca” a lo largo de su existencia habría eliminado no menos de 7.500 topillos. Si a eso le sumamos los cazados por su compañero y sus 19 descendientes, nos encontramos con que esta familia de lechuzas podría estar llegando a cribar varias decenas de miles de topillos campesinos y todo ello desde una sola caja nido. Multipliquemos ahora por el total de nidales que llevamos instalados y obtendremos una cifra vertiginosa de roedores que son cazados cada año desde esos postes, lo que permite controlar el crecimiento de sus poblaciones.
Un técnico de campo del proyecto de Control Biológico de Topillo Campesino procede al anillamiento de una lechuza. Foto: Valentina Bertoya / GREFA.
Después de esto, ¿alguien duda todavía de que lechuzas, mochuelos, cernícalos, aguiluchos, serpientes, comadrejas, lagartos, zorros son los mejores profesionales del control de plagas? ¿Alguien duda de que son ellos los mayores aliados de cosechas y agricultores y que constituyen la verdadera alternativa eficaz al desastroso uso de veneno en nuestros campos? Pues por si todo eso fuera poco falta por añadir lo mejor: todos estos depredadores trabajan 24 horas al día, siete días a la semana... ¡y gratis! Para muestra, echad un vistazo a esto:
El vídeo de GREFA
¿Por qué decimos que las lechuzas son nuestras aliadas?
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