"¡Aguaaa!, ¡aguaaa”! De pronto ese grito rasgó el aire en un tórrido día de verano y temimos algún problema con los bebederos en la zona de donde provenía aquella llamada desesperada. Sin embargo, al llegar allí corriendo lo que nos encontramos fue a "Cornelius", un macho de corneja y gran amigo de GREFA, disfrutando como un enano de su broma y encantado del resultado que había tenido su peculiar sentido del humor.
Pues sí, "Cornelius" acababa de tomarnos el pelo porque era capaz de eso y de mucho más. Ese guasón, cariñoso e inteligentísimo córvido no solo podía decir algunas palabras sino también reproducir gran cantidad de sonidos. Traía ya de serie un amplio repertorio cuando ingresó en el Hospital de Fauna Salvaje de GREFA. Pero es que además, al quedar albergado junto a las dependencias donde atendemos a los pequeños animales "huérfanos", sus dotes de imitador se volvieron prácticamente ilimitadas.
Con las personas "Cornelius" aplicaba una doble vara de medir, sin complejo ninguno a que le tildaran de machista: si eras hombre se portaba como un zalamero, te hacía toda clase de mimos y carantoñas y pedía que le rascases el pecho o el cuello, mientras que la mayoría de mujeres eran blanco de sus ataques y picotazos. En cierta ocasión una veterinaria que debía tratarle le intentó despistar haciéndose pasar por un chico, colocándose una capucha sobre la cabeza que disimulase su pelo y sus rasgos... Pero nuestro amigo no se dejaba engañar tan fácilmente y en cuanto la osada puso el pie dentro de su recinto, “Cornelius” se encargó de dejarle claro que su disfraz no había funcionado en absoluto.
Un carácter inquieto y generoso
Por toda la jaula “Cornelius” escondía o enterraba sus pequeños tesoros: monedas, piedras llamativas, palitos singulares y cualquier otro botín que cayera en sus garras. Y si veía alguien con pendientes o piercings los ojos le brillaban de puro deseo. Pero también era generoso y acostumbraba a ganarse a los visitantes ofreciéndoles como obsequio alguna bellota tomada de la encina que crecía dentro de su instalación. Hasta el día en que la sorpresa fue mayúscula porque, cual truco de magia de gran prestidigitador, lo que emergió del pico en lugar de la consabida bellota fue una moneda que había guardado en secreto dentro de su buche: ¡”Cornelius”, genio y figura hasta la sepultura!
La corneja "Cornelius" en nuestra instalación de córvidos ibéricos, que fue su hogar durante diez años.
Esto último, su sepultura, llegó un triste día de junio de 2023 por enfermedad natural, justo diez años después de que hubiese ingresado en GREFA siendo ya adulto. Durante ese tiempo, "Cornelius" compartió un mismo recinto en las dependencias exteriores de GREFA, habilitado para las especies ibéricas de córvidos, con multitud de cuervos, urracas, grajillas, chovas y cornejas que por allí pasaron y con los que tenía una única cosa en común: ninguno de ellos había sufrido lesiones físicas sino que un manejo inadecuado les condenó a vivir para siempre en cautividad. Habían aprendido del ser humano justo lo contrario de lo que necesitaban para desenvolverse con éxito en la naturaleza. En una palabra: se habían troquelado o improntado.
Piénsatelo antes de llevarte a un animal
El proceso de impronta o troquelado de un animal a veces es deliberado, pero casi siempre ocurre por simple desconocimiento o incluso fruto de la mejor de las intenciones. Los córvidos están muy expuestos a sufrirlo por su gran inteligencia y su capacidad de aprendizaje, pero en realidad es algo que puede ocurrir casi con cualquier especie. Así que no seas tú quien condene a un animal sano a tener que pasar su vida entera encerrado. Antes de coger una cría que creas que está abandonada asegúrate bien de que necesite tu ayuda o llámanos para que te asesoremos. Si de verdad es necesario recoger a ese pequeñín, pero ignoras la forma en que debes atenderle, llévale a GREFA o a otro centro de recuperación de fauna y estaremos encantados de hacer todo lo posible para devolverle al medio natural. Está en tu mano evitar una existencia antinatural para seres nacidos para ser libres.
Marcos Bueno, un chaval que en 2018 con 11 años promovió una campaña de recaudación entre sus vecinos de Tres Cantos (Madrid) para poder apadrinar a "Cornelius", posa junto a su ahijado y con un cartel en el que explicaba su iniciativa.
El vídeo de GREFA
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'Cornelius', nuestra corneja irrecuperable, ya tiene padrino
Hoy nos toca hablar de córvidos, leed y sabréis por qué
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