A veces la vida tiene esas tristes casualidades... Justo el pasado 15 de marzo, que tan encantados estuvimos de recibir en nuestro Hospital de Fauna Salvaje, en representación de la Plataforma SOS Tendidos Eléctricos, a un grupo de periodistas, moría uno de los milanos reales de los que hacemos seguimiento por GPS. Se trataba de nuestro querido "Angus", que precisamente acabó sus días por culpa de una electrocución, como pudimos confirmar a posterior.
Ese 15 de marzo un equipo de GREFA se desplazó hasta el municipio de Becerril de la Sierra (Madrid) en busca de "Angus", ya que nos preocupaba que su transmisor llevase varios días seguidos emitiendo desde una misma pequeña zona. Al poco de llegar al sitio donde nos indicaban las localizaciones GPS, encontramos el cadáver de este milano real tan significativo para nosotros bajo un pino. Tras avisar a los Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid, se procedió al levantamiento del cadáver y su traslado a GREFA, donde se le hizo la correspondiente necropsia, lo que permitió dar con la causa de la muerte: electrocución.
Es lamentable comprobar cómo incluso en especies catalogadas en España como "En peligro de extinción", como es el caso del milano real, caen tantos ejemplares fulminados debido a tendidos peligrosos instalados en plena Red Natura 2000 y a las puertas del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
"Angus" había nacido en 2015, en un nido situado apenas a dos kilómetros de donde apareció su cadáver, justo cuando estaba alcanzando la edad adulta y esperábamos que estableciera su territorio y comenzara a criar, como parece que lo estaba intentando a tenor de las descargas de su emisor GPS/GSM. Hasta entonces os hemos venido informando de sus movimientos y avatares, tan recientemente como el pasado 8 de febrero, cuando os contábamos cómo había regresado a su territorio natal tras la etapa dispersiva [https://goo.gl/QGOZzH].
En definitiva, una víctima más de esa lacra para nuestra fauna más amenazada que son los tendidos eléctricos de diseños peligrosos para las aves. ¿Hasta cuándo? Mientras tanto el milano real, entre electrocuciones y venenos, no es de extrañar que no levante cabeza.