Estos son algunos de los nombres con los que los paisanos de Burgos conocen al alimoche. En serio declive poblacional a nivel mundial, y con una única pareja en la Sierra de la Demanda burgalesa, esta especie ha visitado nuestro punto de alimentación específico (PAE) de Huerta de Arriba por vez primera, generándonos una enorme emoción. Se comienza a cumplir uno de nuestros objetivos: fomentar la presencia de las cuatro carroñeras ibéricas en esta nueva zona de reintroducción de nuestro Proyecto Monachus.
Como si de un fantasma se tratara, una silueta blanquecina aparecía con los primeros rayos de sol del pasado 12 de junio para dar cuenta de las carroñas aportadas en la noche anterior al PAE, frente a la jaula de aclimatación de buitres negros destinados a su liberación que hemos construido en el municipio burgalés de Huerta de Arriba: un alimoche nos visitaba tras tres meses desde los primeros datos de la llegada de la especie a la provincia de Burgos.
Tenemos la suerte de contar con la única pareja de alimoche de toda la Sierra de la Demanda burgalesa a escasos ocho kilómetros del punto de liberación de buitres negros. Lo curioso es que, sin embargo, este ejemplar que rondará los cuatro años de edad no es ninguno de los miembros de la pareja, ambos adultos, y que aún no han necesitado los servicios del buffet libre de Huerta de Arriba. Este ejemplar es, por lo tanto, un individuo divagante que ha repuesto energías en nuestro punto de alimentación.
Contribuir a la conservación de esta especie en peligro es uno de nuestros retos dentro del Proyecto Monachus y de otros proyectos de GREFA. En Galicia efectuamos desde hace dos años la monitorización y marcaje de las tres parejas de alimoche de esta comunidad autónoma. En la Sierra de la Demanda estamos controlando a la mencionada pareja, cuyo único pollo nació hace aproximadamente dos semanas.
En el recuerdo de los paisanos
Al igual que el buitre negro o el quebrantahuesos, el alimoche fue perdiendo sus antiguos territorios de cría a causa del veneno, la persecución directa, la pérdida de hábitat de alimentación con el abandono de la ganadería extensiva y la sustitución de los prados por densas reforestaciones de pinos.
Un pastor retirado de Monasterio de la Sierra, en la vertiente sur del Valle de Valdelaguna, donde se ubica el punto de reintroducción de nuestro proyecto, nos contaba precisamente acerca de la última pareja de alimoches de la zona, que crió hasta el año 1974, cuando un vecino accedió hasta el nido para matar a los pollos y, posiblemente, a alguno de los adultos. Una historia que podríamos trasladar a muchos otros puntos de nuestro país. Y como adelanto, resulta que ese mismo lugar albergaba una de las ultimas colonias de buitre negro de la provincia de Burgos, pero esa historia os la contamos en otra ocasión.
Deseamos que sean muchas las visitas de esta magnífica especie que es el alimoche a nuestro PAE de Huerta de Arriba. ¡Te esperamos, güandilla!