Este joven del año de águila real fue encontrado muerto, encaramado en una higuera, con claros síntomas de envenenamiento como posteriormente se demostró.
El descubrimiento, realizado por un equipo de radio-rastreo de GREFA, se produjo en el transcurso de una jornada de seguimiento de buitres negros y en especial de "Susana", el águila imperial recuperada en el Hospital de Fauna que esta asociación tiene en Majadahonda
Avisados los Agentes Medioambientales de Castilla La Mancha, se procedió a retirar el cadáver según el protocolo establecido en estos casos dentro del "Programa Antídoto". Además, un viticultor nos informó de la muerte por veneno de varios perros de caza, lo que definitivamente nos hizo presagiar lo peor.
Con este precedente se montó un dispositivo de investigación y vigilancia de los agentes medioambientales, que culminó con la localización de otras 15 rapaces envenenadas, según demostraron los análisis realizados por la Junta de Castilla La Mancha en el Instituto de Recursos Cinegéticos (IREC) de Ciudad real.
No es la primera vez que mueren envenenadas águilas imperiales, reales, buitres negros y otras rapaces en este sumidero de Toledo, colindante con Madrid; incluso han caído buitres negros marcados por la asociación GREFA y que eran seguidos desde hacía años, como es el caso de "Danzante".
Se da la circunstancia de que "Susana" viene utilizando como dormidero, con al menos otras dos jóvenes águilas imperiales, unos árboles muy cercanos al lugar donde apareció muerto el águila real. El lugar es utilizado como área de alimentación y dispersión de muchas aves de presa, debido a la importante densidad de conejos, liebres y perdices que les sirven de alimento.
Susana perfectamente reincorporada y adaptada. Por otra parte y aunque su área de residencia temporal sea sumamente peligrosa, nuestra gran hembra de imperial controla perfectamente el espacio donde ha decidido sedimentarse momentáneamente. El seguimiento prolongado nos está permitiendo observar comportamientos territoriales, que aunque tímidos la han hecho interaccionar y relacionarse con varias imperiales, incluso tontear con un subadulto de numerosas manchas oscura que le sitúan cerca de los adultos.
En los últimos días se la ha visto jugando con ramas y palos con otros dos machos de dos y tres años, intentando construir un nido virtual en un par de árboles dentro de su territorio. En una ocasión vimos a los tres volando juntos por el río Alberche entre Madrid y Toledo. Por desgracia una de estas águilas imperiales sea posiblemente una de las rapaces envenenadas. Otra vez coincidió con “Granadilla”, el joven buitre negro marcado en el norte de Cáceres, cuando este iniciaba la dispersión desde Monfragüe y en otra mucha ocasiones con buitres negros de Valdemaqueda y Lozoya.
Ha pasado algo más de un año desde que se liberó en Sevilla la Nueva (Madrid), y ya podemos asegurar que su adaptación y por lo tanto su tratamiento y recuperación en el hospital de GREFA, ha sido un total éxito. Los equipos de seguimiento de GREFA continuaran con su seguimiento y en la medida de los posible, intentaremos evitar que sea envenenada por los delincuentes y matarifes de nuestra naturaleza.