El águila culebrera que ingresó en GREFA por una lesión ocular hace más de un año y que fue rehabilitada y liberada por su padrino Sergio Ibarra el día 10 de septiembre en el noroeste de Madrid, sigue adaptándose a su medio natural.
A través del marcaje gps/gsm que se le realizó antes de su liberación y del seguimiento realizado diariamente en el campo por biólogos de GREFA, sabemos que se encuentra en perfecto estado, además continúa alimentándose tanto por nuestros aportes de comida, como por cuenta propia. La culebrera es especialista en la captura y deglución de ofidios, sobre todo culebras, que descubre planeando sobre su amplio territorio, donde suele cernirse durante unos segundos, cuando localiza a sus presas antes de cazar. La nuestra a pesar de que le falta uno de sus ojos, se adapta a su entorno favorablemente.
A pesar de su recuperación, continuamos a la espera de que comience su migración hacia su cuartel de invierno en África, como el resto de sus congéneres ya han hecho, después de haberse reproducido en España durante este año en verano. Hay que darle la oportunidad que se merece, por lo que confiamos que en poco tiempo empiece a migrar hacia el sur de la península antes de la llegada del frio del invierno. Aunque esto ocurra, nosotros seguiremos cuidando de ella hasta que se valga por sí misma completamente. De la misma manera seguiremos haciendo lo que mejor sabemos hacer, que es justo preocuparnos por nuestra fauna autóctona y continuar con la recuperación y conservación de la biodiversidad.