El animal ingresó en el Hospital de GREFA tras ser trasladado a nuestro Hospital por un particular. El animal ingresó improntado (reconocía a los humanos como de su misma especie), con muy mal estado del plumaje y una agresividad propia de un animal procedente de cautividad.
Probablemente fue expoliado siendo un pollo y alguien lo mantuvo en cautividad de manera ilegal hasta que el animal escapó.
Una vez en el Hospital fue revisado en la Enfermería, encontrando una deshidratación severa, sangre en las heces y una debilidad extrema que se reflejaba en la incapacidad del animal para ponerse en pie. Todo parecía indicar que podía haber sufrido un traumatismo craneoencefálico que hacía imposible su capacidad para coordinar los movimientos y mantener el equilibrio.
Tras 12 días de cuidados intensivos y alimentación forzada (el animal no comenzó a comer por sí mismo hasta 5 días después del ingreso), pudimos comprobar que su estado había mejorado notablemente, pero aún quedaba un largo tiempo de recuperación y musculación. En las instalaciones de Rehabilitación ha permanecido hasta el día 24 de Enero, cuando fue liberado por una de las muchas voluntarias que participaron en la hospitalización, tratamiento y recuperación de este hermoso ejemplar de Azor (Accipiter gentilis).