En GREFA siempre hemos manifestado que las actuaciones como las del caso Horus causan un daño terrible a la conservación de las especies y a la naturaleza en general.
Se puede estar a favor o en contra de determinadas actuaciones con especies con o sin programas de reintroducción o reforzamiento, trabajos in situ o ex situ, etc., pero cuando se realizan este tipo de acusaciones y persecuciones hay que tener muy claro donde está y quien es el objetivo, si hay una red o todo es inconexo o otros muchos elementos de juicio que hemos echado de menos en este caso. Si continuamos sumando agresiones, mal favor hacemos a nuestra maltrecha naturaleza.