En el año 2012 la empresa CLH y GREFA suscribimos un acuerdo para desarrollar trabajos de auditoría ambiental y valorar el compromiso y respeto hacia el Medio Natural de CLH en su actividad de transporte de hidrocarburos a lo largo de los casi 4000 km de oleoductos que gestionan.
En ese mismo año y en una primera fase, se evaluaron las Zonas de Alta Consecuencia (HCAs) definidas por la empresa como aquellas en las cuales un incidente en algún oleoducto podría tener unas consecuencias ambientales muy graves. Posteriormente se asignó una de esas HCAs (el HCA-Parque del Sureste de la Comunidad de Madrid), para un estudio detallado y valorar el impacto ambiental de oleoducto: sobre la biodiversidad, el paisaje, posibles efectos en los ecosistemas…
Ya en el año 2013 desarrollamos la supervisión de los oleoductos que transcurren por dos zonas clasificadas también como HCAs: Parque Natural de los Alcornocales y Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona.
El trabajo de GREFA consiste en proporcionar a CLH la información relativa al marco jurídico y de protección en el que se encuentra el espacio por el que transcurre el oleoducto: Parque Nacional, Regional, Natural, Red Natura, LIC, ZEPA, etc y los Planes de Ordenación (PORN) o Planes de Gestión (PRUG) vigentes para esos espacios. Se aporta información detallada sobre las especies animales y vegetales recogidas en los catálogos nacionales y regionales ligadas a la zona de influencia del oleoducto y, por último, se aporta la cartografía relacionada con los aspectos ambientales más relevantes: hidrográficos, geológicos, caracterización de suelos, usos del suelo, vegetación, etc.
Y ya sobre el terreno un trabajo pormenorizado mediante transectos lineales en el que tres naturalistas recorren el oleoducto en paralelo y a una distancia de 100 metros cada uno de ellos, anotando las especies de vertebrados observados para valorar índices de abundancia de biodiversidad, cobertura de vegetación y las posibles afecciones sobre el terreno y el paisaje provocada por la traza del oleoducto.
Los resultados de los trabajos se presentaron en el mes de septiembre y mostraron que no hemos observado en los dos espacios naturales estudiados (probablemente de los más singulares de los espacios protegidos de España), que los oleoductos tengan una incidencia negativa sobre la biodiversidad ni supongan un efecto barrera o permitan la entrada de actividades que puedan afectar los ecosistemas por los que transcurre el oleoducto.
El informe realizado concluye con propuestas de mejora de la biodiversidad de las zonas de estudio intentando conciliar las mejoras de hábitats con la conservación de algunas de las especies más representativas del los espacios naturales estudiados: buitre negro, galápago europeo, quirópteros, cernícalo primilla, conejos, carracas….
Esta colaboración desarrollada en estos dos años de trabajos muestran el interés de CLH por conciliar sus intereses comerciales con los medioambientales en el marco de su Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y reflejan también la apuesta de GREFA de colaborar con aquellas empresas que pretenden cumplir los compromisos adquiridos y aplicar el Sistema de Gestión ambiental conforme a la norma ISO 14001.