EFE VERDE
La población madrileña de halcón peregrino (Falco peregrinus) ha aumentado en los últimos años en el casco urbano, donde las parejas están consolidadas, al tiempo que disminuye en el área periférica, según ha constatado SEO/BirdLife.
Técnicos de esta ONG y de Grefa (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat) han accedido hoy a uno de los ocho nidos localizados en edificios de Madrid y donde cría una pareja ya estabilizada para proceder al marcaje de sus tres pollos y a la toma de muestras para comprobar su estado de salud.
En declaraciones a EFE, Arantza Leal, técnico del Área de Seguimiento de la Avifauna de SEO/BirdLife, ha asegurado que desde que en 2011 comenzaron a realizar el seguimiento de los nidos de halcón en la capital se ha constatado que a estas rapaces "les gusta Madrid, se quedan y cada año tenemos más".
"Además -ha añadido- este año hemos tenido la alegría de comprobar que la hembra de una de las parejas que cría con éxito en un edificio del centro había sido marcada precisamente por nosotros en 2011 y en este mismo nido".
La técnico de SEO/BirdLife ha explicado que el uso de pesticidas en zonas de la periferia de la Comunidad de Madrid, unido a los expolios de nidos para la cetrería y a la fuerte competencia de otras rapaces, como el búho real, han sido los causantes del declive de la especie, algunos de cuyos ejemplares se han desplazado desde el campo al centro de la ciudad.
"Esa competencia -ha matizado- no la encuentran en la capital, donde tienen alimento en abundancia, refugios y lugares para nidificar muy similares a los acantilados que eligen cuando viven en la naturaleza".
Arantza Leal ha precisado que la pareja cuyos pollos han sido marcados hoy "es de origen natural", es decir, no proviene de la reintroducción que hace años se intentó en puntos próximos al edificio donde se localiza su nido.
Por su parte, Virginia Moraleda, técnico de Grefa, que ha tomado las muestras biológicas y de sangre, ha explicado a EFE que una de las enfermedades que más preocupan es la causada por el parásito 'tricomona', que transmiten las palomas y que puede provocarles la muerte.
"Si se detecta en un estadio temprano -ha asegurado- se puede controlar con tratamiento farmacológico, mientras que si no somos capaces de detectarlo a tiempo el parásito les puede causar deformaciones en la mandíbula impidiéndoles ingerir alimento".
Según esta experta, los pollos analizados hoy se encuentran en perfecto estado, lo que denota que sus padres "son capaces de encontrar el alimento necesario", tienen unos 15 días de vida y pertenecen a una de las parejas más antiguas a las que hacen el seguimiento y que cría cada año con éxito.
Ambas han asegurado que este tipo de marcaje no tiene ninguna consecuencia negativa para el normal desarrollo de los pollos y han animado a los ciudadanos a informar si detectan nidos en sus viviendas o en zonas cercanas.
Imagen: Santiago Castro (EFE TV)
Guión y montaje: Cristina Yuste (EFEverde)