Parada en un área de servicio cerca de MarsellaDia 23 de enero: Salimos del Centro de Recuperación de GREFA con los 19 buitres entre una gran expectación : la multitud nos despide, nuestras mujeres y niños lloran ante nuestra partida

pero nosotros enfrentados a este nuevo reto de la conservación de las grandes aves carroñeras nos mantenemos inalterables ante tanta muestra de afecto….. (lo cierto es que no hay nadie para despedirnos por lo que nos tememos, sin ser mal pensados, lo de aquel dicho de que “cuando el gato se va los ratones hacen fiesta….”)

 

Esa misma noche, sobre las 21 horas nos dejamos caer por el Centro de Recuperación de Lérida, cenamos con los compañeros que trabajan en el Centro y después de un par de horas debatiendo y hablando sobre los trabajos y proyectos que ambos realizamos nos acomodamos en las estancias que tienen habilitadas en el propio Centro para las visitas. Allí pasamos la primera noche.

Dia 24 de enero: Hemos amanecido a las seis para emprender el viaje; a las siete estamos en marcha dirección a Barcelona. Pareciera que llevamos “los papeles de Salamanca” por la prisa que tenemos ya que a las diez estamos cruzando la frontera de Francia por la Junquera. A diferencia de otros viajes realizados con buitres leonados, en esta ocasión los gendarmes no nos han parado por lo que nuestro caminar continúa sin ningún incidente. Pronto atravesamos Montpellier y en plena Camarga observamos los centenares de flamencos que se agrupan en las balsas de agua de esta zona donde desemboca el Ródano.

A las dos, pasado Marsella, hacemos una parada para comer, momento que aprovechamos para echar un vistazo a nuestros acompañantes alados, que se encuentran bien aunque suponemos que deseosos de estirar las alas.

A las cinco cruzamos la frontera franco italiana y a las siete pasamos por la siempre complicada de atravesar ciudad de Génova. Decidimos que nuestra segunda noche la pasaremos en Pisa, donde llegamos pasadas las ocho de la noche. Encontrado alojamiento nos vamos a cenar y después al refugio nocturno. Han sido 14 horas y más de 1200 kilómetros. Mañana continuaremos la marcha….

Día 25 de Enero: Desde la “casa de la madonna del aqua” nombre del albergue en el que hemos pernoctado, salimos a las siete de la “matina”, pero antes, y aprovechando el momento de desayunar, hacemos una breve visita a la Plaza del Duomo de Pisa donde se encuentra la archifamosa torre inclinada. Es una plaza hermosa, antesala del recorrido que iniciamos pocos minutos después atravesando la Región de la Toscana dejando al lado la ciudad de Fiorenza ( Florencia) hasta legar a la Región del Lazio cuya capital, Roma, circunvalamos para acceder a la autopista que comunica con Nápoles. Son las 14:30 cuando paramos para almorzar a unos 140 km de esta ciudad . A las cuatro y media atravesamos Nápoles cuyo impresionante monte Vesubio da sombra a esta ciudad del sur de Italia. Continuamos hacia Salerno para coger la autoestrada que nos llevará a Regio Calabria, final del viaje del día de hoy.

El largo viaje termina a las 21:30 horas con la llegada a la ciudad más al sur de la península italiana desde donde se ven las luces de la ciudad siciliana de Mesina al otro lado del estrecho del mismo nombre.

En Pisa realizamos una rápida visita a la famosa Torre Pasada la circunvalación de Roma hicimos una parada para comer y observar a nuestros acompañantes alados.

 

Día 26 de Enero: En la “ matina” sobre las siete desayunamos y nos preparamos para realizar el embarque en el muelle. A las 8:30 estamos en el Ferry que nos llevará a Mesina. Apenas 20 minutos separan la península de la Isla donde desembarcamos sobre la 9:00 horas para dirigirnos hacia el Parque Regional de Nebrodi, destino de nuestros agotados buitres que deseosos de llegar se mueven inquietos en los transportines. Dos horas recorriendo la costa Siciliana en dirección a Palermo hasta llegar a Capo de Orlando desde donde se accede al Parque y donde se encuentran las jaulas de aclimatación donde permanecerán los buitres hasta que se proceda a su liberación. El lugar donde se encuentra la “gavia” o jaulón de aclimatación esta debajo de un cortado calizo de impresionantes dimensiones y donde el año pasado llegaron a criar tres parejas de buitres de los ejemplares liberados en años anteriores. De hecho, cuando llegamos, un grupo de cinco planean sobre nuestras cabezas como si recibieran a sus nuevos vecinos.

A las 8:30 habíamos embarcado la furgoneta en el Ferry 20 minutos de travesía nos separaban de la isla de Sicilia.

 

Esperando están el presidente, el personal técnico y agentes forestales acompañados por diversos medios de comunicación ( TV, radio y prensa). Por fin hemos llegado y ello lo perciben los buitres que nerviosos se agitan en el interior de la furgoneta. Todos se encuentran en perfecto estado y tan pronto terminamos los saludos y el recibimiento, procedemos al desembarco. Primero hay que identificarlos, retirando las anillas propias de GREFA y colocándoles las anillas oficiales de Italia y las de PVC ( anillas plásticas con dígitos y letras grandes que permiten leerlos a cierta distancia). Uno a uno hasta completar los 19 se van liberando en el interior del jaulón y todos repiten el gesto de extender las alas y permanecer así durante varios minutos para luego interaccionar entre sí con picoteos que mas bien parecen los saludos de un reencuentro tras tres largos días encerrados .

A las 15:00 hemos terminado y nos trasladamos a la sede del Parque Regional en Militello Rosmarino donde tienen preparado un almuerzo. Allí hay un Centro de interpretación donde están representados los ecosistemas más destacados del Parque en diaporamas. Terminado el almuerzo nos bajamos a la localidad costera de Santagata Militello en la sede central del Parque donde conversamos con el presidente y el director científico del Parque para definir la estrategia a seguir para incorporar nuevos ejemplares de buitre leonado al proyecto en los meses venideros. Son las 20:00 horas cuando nos trasladamos al alojamiento que nos tienen preparado para pasar la noche.

Nuestra llegada al Parque de Nebrodi En el interior de la jaula de aclimatación uno a unos los buitres se fueron anillando. Terminado el trabajo una última mirada a la jaula de aclimatación con los 19 buitres recién llegados.

 

Día 27 de enero: Amanece que no es poco después de más de 3000 kilómetros y sin la necesidad de salir corriendo par llegar al destino. Desde la ventana del hotel donde nos alojamos situado a pie de playa, se observa la isla de Estromboli con su famoso volcán.

Hemos quedado para visitar algunas zonas del Parque y para ello un Agente Forestal nos acompañará durante todo el día para conocer algunas áreas por donde se desplazan los buitres liberados dentro del Parque. Desde Santagata subimos por una pequeña carretera hasta San fratelo donde hay una ermita normanda situada a poco más de 600 metros de altitud desde donde se observa gran parte de la costa oriental de Sicilia y las famosas islas Ionicas. A esa altura ya esta presente la nieve caída hace una semana. Nieve que se va haciendo más abundante a medida que ascendemos hacia “La portellla de la Fémina morta” a unos 1000 metros de altitud. Allí nos esperan varios agentes para llevarnos al lago Maulezzo en un vehículo oruga por una pista cubierta por abundante nieve entre un bosque maduro de hayas ( Fagus sylvatica). Durante toda la jornada apreciamos los contrastes del Parque de Nebrodi, donde los buitres leonados vuelan sobre él hasta remontar las altas cumbres del volcán Etna cuyo cráter humea entre la abundante nieve caída en la última semana.

Aprovechamos el día para recorrer el Parque de Nebrodi. Una parte la hicimos en un coche oruga para acceder a las cotas más altas debido a la abundante nieve. Ernesto Alvarez, Jose Vivas y Fernando Garcés viajeros con los buitres en una foto en el Parque de Nebrodi en un área donde cría el águila real.

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