La revista Quercus, referencia indiscutible en el mundillo de los que nos ocupa y preocupa la conservación de la naturaleza, bien como aficionados o como profesionales, no sólo dedica la portada de su número más reciente al cernícalo primilla. Además, nada menos que dos de los artículos de esa entrega, dedicados a una especie tan querida por GREFA, hacen referencia en extenso a nuestra labor con este bello y pequeño halcón.
Desde hace algunos días, desde un lugar privilegiado en lo alto del páramo de los Montes Torozos, en la provincia de Valladolid, una veintena de nidales esperan la llegada de los cernícalos primilla. Una vez más el trabajo de GREFA con entidades y proyectos locales, materializado en este caso en la colaboración con la granja escuela "Las Cortas de Blas", contribuye a ponerle las cosas algo mejor a esta especie amenazada.
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El pasado 17 de enero, un grupo de trabajadores de GREFA hicimos una expedición a Extremadura con la finalidad de limpiar y adecentar los nidales de cernícalo primilla para la temporada de 2018 que tenemos colocados en varios silos de esta región. Ardua tarea nos esperaba en esa jornada, en la que les tocó el turno a los dos silos de la ciudad de Trujillo (Cáceres) y al que hay en Guareña (Badajoz). En los próximos días viajaremos de nuevo a tierras extremeñas para completar esas mismas tareas en otro silos en los que trabajamos.
El pasado día 23 de febrero nuestros compañeros de GREFA Andalucía recogieron en Córdoba el galardón "Bandera de Andalucía" por el que se nos reconoce la labor de conservación que venimos realizando a favor del cernícalo primilla. Junto con la Bandera de Andalucía nos fue entregada una escultura en cuyo pie reza una frase del cordobés Séneca: “El trabajo y la lucha llaman siempre a los mejores”.
Desde Andalucía iniciamos 2018 con nuevos trabajos de conservación de nuestro patrimonio natural urbano en la localidad cordobesa de Pedro Abad, concretamente en la colonia de cernícalo primilla existente en la ermita del Santísimo Cristo de los Desamparados. Según el último censo autonómico de 2012, esta colonia contaba con unas 8-10 parejas, si bien en los últimos años se estima que no supera las 3-4 parejas, sufriendo una fuerte presión por la paloma doméstica.