La comarca cacereña de Las Hurdes es una región maldita. Las Jurdes, como la conocen sus naturales en ese peculiar dialecto altoextremeño procedente del leonés, ha sido durante siglos símbolo del atraso del medio rural español; especialmente a raíz de la película Las Hurdes, tierra sin pan, que Luis Buñuel realizó en 1932.
Para luchar contra esa pobreza, a Franco se le ocurrió promover un gran plan de desarrollo basado en la repoblación forestal de grandes masas de pinares. Hoy esos pinos, inútiles para aportar riqueza, han ardido en un nuevo incendio. Intencionado, por supuesto.
Por suerte no hay que lamentar víctimas personales, pero los daños ambientales son cuantiosos. Especialmente para una especie emblemática y amenazada: el buitre negro. Según han informado técnicos de la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura, el fuego ha carbonizado en sus nidos a cuatro pollos de esta bella necrófaga.
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