El pasado 10 de abril, los Agentes forestales de la Comunidad de Madrid nos dieron el aviso de un aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) herido. Los agentes, se trasladaron hasta nuestro hospital con rapidez para que el animal pudiera ser atendido de urgencia en nuestras instalaciones.
Se trataba de una hembra en estado grave de malnutrición y deshidratación, que además presentaba una fractura abierta en el ala derecha. Tras momentos críticos en el momento del ingreso, en los que se temió por la vida del paciente, se consiguió su estabilización.
El estudio radiográfico reveló una fractura abierta de tipo espiroideo del cúbito derecho, además de la presencia de numerosos perdigones repartidos por el cuerpo del aguilucho. Los perdigones, sorprendentemente, no parecían ser la causa de la fractura en este caso, la zona de fractura de los perdigones, así como las heridas de entrada de los mismos se encontraban cicatrizados. La malnutrición y la deshidratación que presentaban la rapaz, hacían pensar que los perdigones habían hecho parte del trabajo debilitándolo, aunque nada se sabe con certeza de las penalidades que habrían llevado al animal a ese estado, ya que la fractura era reciente.
Desde GREFA, en primer lugar, queremos denunciar estas prácticas de disparo indiscriminado que terminan con la vida de tantos animales y que, cada vez tenemos más evidencias, dañan a muchos más de los que no llegamos a ser conscientes. En segundo lugar, dar las gracias al Cuerpo de Guardas Forestales por su colaboración, ya que gracias a su rápida actuación y su eficaz rescate, el protagonista de esta noticia, se encuentra en proceso de recuperación en nuestro hospital.