Durante estos últimos meses se han visto incrementados los ingresos en nuestro Hospital de Fauna debido a la captura ilegal con liga. Este procedimiento, consistente en atraer a las aves con reclamos para que se posen en varillas impregnadas con pegamento, es una práctica execrable por varios motivos. En primer lugar, es grande el perjuicio que supone el deterioro del plumaje para el ejemplar atrapado, junto a las posibles lesiones y el estrés que la trampa puede generarle. No olvidemos además que se trata de animales salvajes que a los pocos días suelen morir por el estrés que les produce verse privados de su libertad. Pero es que por si esto fuera poco, el uso de liga es una caza nada selectiva, que no distingue entre especies más o menos vulnerables.
Las últimas víctimas que han llegado a nuestras manos por esta práctica ilegal son varios pequeños paseriformes (colirrojo tizón, herrerillo, petirrojo), así como alguna rapaz de pequeño tamaño (cernícalo vulgar) e incluso un par de pequeñas salamandras. De estos pacientes gran parte de ellos ha fallecido, no habiendo sido posible recuperarles a pesar de nuestros esfuerzos. La impotencia por estos actos injustificados con un único fin lucrativo (venta de animales o consumo de los mismos) nos hace denunciar una vez más la caza furtiva en otra de sus deleznables maneras.