El pasado 2 de marzo, nuestro equipo de rescate recibió un aviso sobre un ave nocturna que había sido encontrada por un particular cerca de la carretera. La persona nos informó de que el animal no volaba y pensaba que podía haber sido atropellado. La pequeña rapaz nocturna resultó ser un ejemplar de búho chico (Asio otus), y presentaba una fractura de la clavícula derecha, así como fractura en uno de los procesos del carpo derecho y una leve deshidratación.
Por el tipo de fracturas que presentaba, se decidió optar por un tratamiento de tipo conservativo, es decir, mantener con vendaje al animal sin necesidad de intervenir quirúrgicamente. Al tener fracturas en ambas alas, tuvimos que elegir la fractura más urgente a inmovilizar, ya que, pensando en el bienestar del animal, el estrés de vendar ambas alas a la vez podía ser perjudicial para el paciente.
La pequeña rapaz, tenía mal pronóstico debido a las fracturas, sin embargo desde el primer momento puso de manifiesto su carácter y sus ganas de vivir, comiendo casi desde el primer día y poniéndonoslo difícil siempre a la hora de manejarle. Tras unas semanas, se pudo retirar todo tipo de inmovilización, y tanto la palpación de las fracturas con el diagnóstico radiológico, mostraban buenas expectativas en su posible recuperación.
El mismo día de su traspaso al área de rehabilitación, vimos el primer vuelo del pequeño búho desde el día de su ingreso. La esperanza para nuestro paciente no estaba perdida.
Ahora se encuentra en el área de rehabilitación con buen pronóstico, a la espera de muscularse y poder ser liberado. Esperamos que pronto esté surcando la oscura noche, siendo cazador en lugar de cazado por los animales de metal que cruzan el asfalto.