Más de trescientas personas nos visitaron el pasado sábado 6 de junio con motivo de uno de los eventos más populares de los que celebramos en nuestro Hospital de Fauna Salvaje: la Jornada de Puertas Abiertas, que cada año convocamos coincidiendo (más o menos), con el Día Mundial del Medio Ambiente. Ese día abrimos de par en par nuestras instalaciones en Majadahonda (Madrid) y todo nuestro personal se organizó para mostrarlas a los socios, voluntarios, amigos y simpatizantes que nos visitaron. Para hacer la actividad más fructífera y operativa, dividimos a los visitantes en unos veinte grupos, cada uno de ellos acompañado por un especialista de GREFA, que se encargaba de mostrarles las diferentes dependencias del centro, a la vez que explicaba cómo se desarrolla nuestro trabajo en favor de las especies y sus hábitats.
Nos alegra comprobar que con el paso del tiempo damos la bienvenida en la Jornada de Puertas Abiertas a un público cada vez más motivado y concienciado, cuya presencia en este acto es uno de los mejores regalos que podemos recibir, ya que nuestra labor depende en gran medida del apoyo social que nos brindan. Ejemplo de ello es la implicación de los voluntarios que tanto nos ayudan en nuestras tareas cotidianas o la solidaridad de los padrinos, cuyo apoyo económico nos sirve para sufragar mucha de la actividad que implica un centro como el nuestro.
Como viene siendo habitual en la Jornada de Puertas Abiertas, este evento culminó con la liberación de un animal, en este caso un milano negro que había ingresado en nuestro hospital de fauna el pasado 24 de abril, víctima de una electrocución. Tras ser recuperado gracias a los cuidados de nuestros veterinarios y rehabilitadores, el ave recuperó la libertad de manos, cómo no, de su madrina, ante la mirada feliz de los asistentes. Qué buen sabor de boca nos dejó esta jornada tan entrañable para nosotros y cómo nos anima esto para seguir luchando por nuestros objetivos conservacionistas.