Conduce despacio por carreteras secundarias.
La primavera, con su esplendor, se abre paso en arcenes y caminos. Tierra y lluvia se han hermanado este año para que zarzas, madreselvas, serbales, jaras y rosales mosqueta sirvan de cobijo a la fauna de nuestros campos.
La vida cabe en la palma de una mano. Eso es lo que se siente al recoger la curruca cabecinegra que Beatriz, de Moralzarzal, nos traía en una cajita. La encontró en mitad de la carretera M-607, a la altura de Navacerrada. Por delante de ella, los coches le pasaron por encima, milagrosamente, sin arrollarla.
Nuestra curruca tuvo suerte: impactó en el lateral de un vehículo, sufriendo conmoción cerebral. 24 horas en el Hospital de Fauna lograron que se repusiera. En otros casos no tienen tanta suerte, son atropellados por vehículos a alta velocidad.
Basta con ir más despacio. Con ir atento a la conducción. En época de cría los padres se afanan en llevar alimentos a sus polluelos. Las crías de jabalí, de corzo, de erizo… cruzan con sus madres las calzadas. Son pequeños. Inexpertos. Respétalos.
Levanta el pie del acelerador. No te distraigas. Haz que una vida (su vida) importe. Al fin y al cabo son ellos los que llenan de color y de trinos los bosques.
Y si encuentras alguno herido, toma las medidas adecuadas para protegerte y protegerlos: chaleco reflectante, warnings de tu vehículo encendidos, intenta parar previo al punto de recogida, asegúrate de que otros conductores te ven y saben que vas a recoger un animal de la calzada. Si el animal huye o no sabes cómo inmovilizarlo, llámanos. Hay un equipo de recogidas especializado que te asesorará o acudirá al lugar.
No es el título de un libro: la vida sale al encuentro, no la atropelles.
En memoria de José Antonio y María Luisa, fallecidos en la M 512 en mayo de 2013
Susana Jato-Sánchez O´Shane
Area de Fisioterapia. Departamento de Rehabilitación
*Las opiniones expresadas en el presente escrito son responsabilidad exclusiva de la autora