La campaña de aguiluchos del año 2015 ha tenido como lectura que las escasas lluvias de primavera ha provocado un adelanto de la cosecha del cereal y que por tanto muchos de los nidos de aguiluchos han tenido que ser manejados.
Cuando los pollos en nido no tienen más de diez días su capacidad de termoregular es mínima por lo que necesitan la presencia de los padres para protegerlos del frío o del calor. La ausencia de cobertura vegetal hace que los padres no bajen a los pequeños rodales que los agricultores han dejado para proteger los nidos por lo que los pollos terminan muriendo.
En esas situaciones siempre retiramos los pollos y los trasladamos a GREFA donde el equipo de pollos huérfanos se encarga de ellos hasta que alcanzan la edad para introducirlos en una instalación donde ya comen solos y desde donde saldrán con 18 ó 20 días al hacking construido en zona aguiluchera.
Construido con pacas de paja el hacking es un cubo de 4m por 3 m y 2,5 m de altura en cuyo interior los pollos de veinte días de edad terminan por completar su desarrollo y desde donde iniciaran sus primeros vuelos.
De esta manera el hacking de aguiluchos consigue liberar en el medio natural decenas de pollos en las zonas aguilucheras.
Agradecemos la participación en el proyecto de Miguel Carrero y Fernando Cobo.