El aguilucho cenizo procedente de Fuente el Saz de Jarama (Madrid) presentaba la amputación de las últimas falanges de ambas alas.
El aguilucho cenizo procedente de Fuente el Saz de Jarama (Madrid) presentaba la amputación de las últimas falanges de ambas alas.

El pasado 24 de junio fue trasladado hasta nuestro centro por los Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid un ejemplar de aguilucho cenizo con las dos patas amputadas. Todo hace pensar que la rapaz, que fue encontrada en el municipio madrileño de Villarejo de Salvanés, sufrió la doble amputación al ser atrapada por una cosechadora en un campo de cereales, espacios agrarios en los que anidan y cazan estas aves.

Muy a nuestro pesar, el personal veterinario del Hospital de Fauna Salvaje de GREFA no pudo hacer nada por el aguilucho cenizo, por lo que finalmente se le tuvo que eutanasiar. Por desgracia, todos los años, cuando llega el momento de cosechar el cereal, se repiten casos como este que tristemente reportamos hoy. En este sentido, pocos días después de este ingreso atendimos en el hospital a otro aguilucho cenizo que presentaba otra doble amputación, esta vez se trataba de las últimas falanges de ambas alas.

Este aguilucho, encontrado en Fuente el Saz de Jarama (Madrid), está siendo tratado por nuestro personal especializado con analgesia, antiinflamatorio, curas de heridas y antibioterapia. Aunque nuestros veterinarios no creen que pueda ser recuperable por el estado de las heridas, si evoluciona favorablemente puede pasar a formar parte de los animales silvestres que “trabajan” en GREFA dentro de nuestro departamento dedicado a la educación ambiental.

Radiografía realizada en GREFA a un aguilucho cenizo donde se aprecia la amputación de las últimas falanges de ambas alas.Radiografía realizada en GREFA a un aguilucho cenizo donde se aprecia la amputación de las últimas falanges de ambas alas.

Y cerramos el capítulo de malas noticias para esta especie catalogada como ‘Vulnerable’ por el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas con la recepción en GREFA de 2 pollos de aguilucho cenizo muertos por traumatismo múltiple. Catalogado el suceso por nuestros veterinarios como ocurrido “en circunstancias extrañas, pudo haberse debido a una acción humana directa. A pesar de todo, nuestro trabajo en favor de la conservación de esta rapaz en la Comunidad de Madrid, nos ha permitido salvar recientemente 3 pollos y 4 huevos de los dientes metálicos de las cosechadoras en la región.

Una intensa labor de campo

Especies como el aguilucho cenizo y el aguilucho pálido, construyen sus nidos en el suelo, entre la cobertura que le proporciona el cereal para sacar adelante sus polladas. El desajuste entre la fenología de la cosecha y el de la reproducción de estas aves conlleva que cada año muchos de los nidos sucumban al paso de las cosechadoras. Por ello en toda España gran número de organizaciones conservacionistas y naturalistas nos implicamos en campañas de salvación y conservación de los aguiluchos.

Localizar las parejas, fijar los nidos y señalizarlos, hablar con los propietarios, poner cercados, estar presentes durante la cosecha y retirar pollos si procede, es parte del trabajo que llevamos a cabo cada año desde GREFA durante los meses de abril, mayo, junio y julio, cubriendo la comarca de La Sagra, entre las provincias de Madrid y Toledo.

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