Han sido casi dos años de trabajo. Gestar el proyecto, recabar respaldos, entrevistas las muchas infructuosas, conseguir colaboradores,- tarea ardua,- y conseguir el primer paso del sueño: la autorización por escrito del Cabildo Catedral, “propietario” de La Mezquita Catedral de Córdoba.
A partir de ese momento hemos volcado en esta página web dos noticias de lo que, para nosotros, era el inicio de la cuenta atrás para que el Halcón peregrino, nuestro Baharí, engrosase el PATRIMONIO NATURAL URBANO del solar cordobés, enriqueciendo así, aún más si cabe, el valor histórico de la Mezquita Catedral de Córdoba. El fundamento del proyecto, combatir de forma biológica el problema que genera la paloma doméstica en el patrimonio histórico.
Se ha adaptado el dispositivo de hacking idóneo, siguiendo las exigencias de los arquitectos conservadores de La Mezquita Catedral, aún no resultando así el más idóneo. Hemos luchado por que el proyecto fueses autosuficiente, y cuando, en una última reunión con la persona que representaba al Cabildo Catedral, le comunicamos el cronograma de trabajo, previo a la introducción de los pollos, nos exigen la documentación como si el desarrollo del hacking fuese el trabajo de una empresa, es decir, prevención de riesgos laborales, certificados médicos de empresa, TC1, TC-2,…. De nada nos ha servido argumentar lo que desde el principio ya sabían, nuestra condición de ong cuyos componentes íbamos a trabajar voluntariamente.
Y en dos semanas se esfumó una buena dosis de trabajo y de ilusión, amén (perdón) además del compromiso de algunas personas. Aunque ya se lo ha transmitido individualmente la inviabilidad del proyecto “BAHARA”, quiero aprovechar estas líneas para pedir disculpas públicamente , en la medida que nos corresponda, a la Asociación Española de Cetrería (AECCA), Saint Laurent alimentación animal, ABECOR, Ayuntamiento de Córdoba/Zoológico, Fernando Feas, Manuel Rodríguez y Antonio Soriano.
Como canta “La Mari” de Chambao, “…..es que los sueños,….. sueños son,….los sueños son pura ilusión.
