Hace unos días os comunicábamos cuál fue el ingreso del último “huérfano” de 2015. Pues bien, ha tardado muy pocos días de este nuevo año en ingresar el primero de este 2016. Se trata de un gazapillo que ingresó el pasado fin de semana procedente de la casa de campo y al cual le estaba picando una urraca.
Al revisarle, se observó que su herida era más grave de lo que en un principio se pensaba, pues presentaba una herida en la zona lumbar y que hubo que suturar para poder cerrarla.
Probablemente la urraca le estuviese picando al ver la herida, pero no creemos que tal desaguisado se lo haya provocado un picotazo, posiblemente el conejito se quedó enganchado en algún sitio y fue donde se provocó la herida. Esperamos a ver qué tal va evolucionando.
Por otra parte, el rayón (nuestra “cerdita”) evoluciona favorablemente, va creciendo a pasos agigantados y ya come que da gusto. La vamos aclimatando poco a poco y en breve esperamos sacarla a una instalación exterior para que pueda terminar de desarrollarse correctamente.
¡Hasta pronto!