GREFA favorece la recuperación de cinco especies de grandes rapaces
El águila imperial ibérica, el águila real, el águila de Bonelli, el buitre negro y el buitre leonado son las cinco especies de grandes rapaces que son objeto de proyectos de recuperación impulsados o apoyados por GREFA. Cría en cautividad, reintroducción o reforzamiento de poblaciones silvestres, seguimiento vía satélite y vigilancia de nidos son algunas de las actuaciones que GREFA lleva a cabo con estas especies.
22 de mayo / Por su gran atractivo y por ser víctimas de muchas de las amenazas actuales a la fauna silvestre, las grandes rapaces son magníficas embajadoras para trasmitir el mensaje de la necesidad de conservar nuestras especies y sus hábitats. Por eso hoy, en el Día Internacional de la Diversidad Biológica, desde GREFA queremos llamar la atención sobre ellas, tras más de treinta años dedicándonos a la recuperación y el seguimiento de cinco especies de estas formidables aves: el águila imperial, el águila real, el águila de Bonelli, el buitre negro y el buitre leonado.
Cría en cautividad, reintroducción o reforzamiento de poblaciones silvestres, seguimiento vía satélite y vigilancia de nidos son algunas de las actuaciones que GREFA lleva a cabo con las grandes rapaces. Dicho despliegue de medidas, diseñado desde el Centro de Recuperación y Hospital de Fauna Salvaje de nuestra asociación en Majadahonda (Madrid), se ha desarrollado en la mayoría de los casos en el propio hábitat natural de las especies con las que trabajamos.
Águila imperial ibérica
El caso de Susana, una hembra de águila imperial ibérica (Aquila adalberti) muy querida para el equipo de naturalistas, veterinarios y voluntarios que formamos GREFA, ilustra bien la suerte de las grandes rapaces: con vidas continuamente expuestas a todo tipo de peligros (cebos envenenados, tendidos eléctricos, escopeteros, molestias humanas cerca de sus nidos, escasez de recursos alimenticios y destrucción del hábitat, entre otros), pero cuyas poblaciones silvestres pueden llegar a recuperarse gracias a la acción conjunta de ONG, entidades científicas, organismos públicos y empresas.
A finales del siglo XX, la población mundial de águila imperial ibérica, exclusiva de España y Portugal, apenas superaba el centenar de parejas, mientras que en la actualidad se han censado más de cuatrocientas. En sintonía con la recuperación de su propia especie, por estos días hemos sabido que Susana ha criado con éxito por tercer año consecutivo, al contar en 2014 con dos pollos en su nido del norte de la provincia de Toledo. Hace seis años, Susana tuvo la mala suerte de romperse el ala al caerse por culpa de una electrocución en un tendido de alta tensión. Tras meses de rehabilitación en el hospital de fauna silvestre de GREFA, fue liberada con un emisor en su dorso y desde entonces seguimos vía satélite todos sus movimientos.
Águilas real y de Bonelli
Hay otras especies de grandes águilas con las que GREFA trabaja y que no reciben la atención que merecerían, a pesar de su escasez o incluso de haber desaparecido en algunas zonas. Es el caso del águila real (Aquila chrysaetos) en Galicia, donde está catalogada como “En peligro de extinción”. Nuestra asociación ha impulsado un proyecto de reintroducción por el que se han liberado casi veinte águilas reales en esta comunidad autónoma en los últimos años. Gracias a ello, en 2013 se formaron cinco parejas, dos de ellas en el Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés (Ourense), de las que han volado dos pollos.
GREFA también impulsó y es socio destacado de un proyecto iniciado en 2013 y apoyado por la Unión Europea, el LIFE “Bonelli”, que pretende devolver a territorios que históricamente ocupó a una de las grandes rapaces más amenazadas de Europa: el águila de Bonelli (Aquila fasciata), a la que también se conoce con el nombre de águila perdicera o águila-azor perdicera. El primer gran éxito del proyecto ha sido el reciente nacimiento de un ejemplar en Mallorca, donde esta especie llevaba cuatro décadas extinguida, gracias a la reproducción de una pareja reintroducida en el marco de LIFE “Bonelli”.
Buitres negro y leonado
España posee las principales poblaciones europeas de buitre negro (Aegypius monachus) y buitre leonado (Gyps fulvus), también grandes rapaces sobre las que se cierne una nueva amenaza de consecuencias insospechadas: la reciente autorización en nuestro país del diclofenaco para uso veterinario. El empleo en el ganado de este fármaco causó a principios de siglo una devastadora mortalidad de buitres en la India y otros países asiáticos, que estuvo a punto de llevar a la extinción a varias especies.
GREFA está especialmente involucrada en el proyecto que ha conseguido crear una nueva colonia de buitre negro en los Pirineos, donde la especie se había extinguido hace más de un siglo, y participa activamente en la creación de nuevas colonias de buitre leonado en otros países europeos (Francia, Italia, Bulgaria y Portugal), gracias al traslado desde España de más de 300 ejemplares en los últimos cinco años.