Veinte pollos de cernícalo primilla han sido alojados hoy en Córdoba para su próxima liberación en la ciudad. Cientos de ejemplares de esta especie criados en cautividad por la asociación GREFA se reintroducirán en las próximas semanas en numerosos núcleos urbanos españoles.
2 de junio de 2015 / Con la suelta hoy de veinte cernícalos primillas en la ciudad de Córdoba ha dado comienzo este año la campaña anual de reintroducción de cernícalo primilla (Falco naumanni) que coordina la asociación naturalista GREFA con la colaboración de varias ONG, organismos y empresas en numerosos pueblos y ciudades españoles.
Los cernícalos primillas reintroducidos esta mañana en Córdoba son pollos nacidos hace pocos días en el centro de cría en cautividad de especies amenazadas de GREFA, con sede en Majadahonda (Madrid). Estas veinte aves han sido alojadas temporalmente, hasta su liberación definitiva, en un recinto de aclimatación (llamado hacking por los especialistas), situado en la azotea de la Casa de la Juventud del Ayuntamiento de Córdoba, para darles tiempo a que aprendan a volar y se habitúen al territorio urbano donde vivirán a partir de ahora.
El cernícalo primilla es un pequeño y bellísimo halcón que aprovecha las abundantes oquedades de iglesias y otros edificios históricos, antiguos o en ruinas para instalar sus colonias de cría. Su traslado y reintroducción en Córdoba ha sido posible gracias al apoyo de los voluntarios del grupo local en Andalucía de GREFA.
Esta ciudad, con una población de unas treinta parejas reproductoras de cernícalo primilla, repartidas en varios edificios históricos y monumentales, es uno de los destinos de los trescientos pollos de esta especie que GREFA cría cada año en sus instalaciones, para reintroducirlos después en varias comunidades autónomas. “Se trata del mayor operativo anual en favor de un ave urbana que se lleva a cabo en nuestro país, con el fin de incrementar los núcleos reproductores de una especie tan emblemática de nuestros pueblos y ciudades”, indica Ernesto Álvarez, presidente de GREFA.
Más de medio millar de nidales instalados
La cría en cautividad y la reintroducción son la parte más llamativa de los trabajos anuales que despliega GREFA para recuperar la población española de cernícalo primilla, pero no los únicos. Para solucionar la falta de huecos adecuados para nidificar, esta asociación interviene en sus colonias de cría y para ello aprovecha la ausencia temporal de este pequeña rapaz migradora que, concluida su temporada de reproducción en la Península Ibérica, se desplaza cada año a sus cuarteles de invernada africanos.
De esta manera, entre finales del verano de 2014 y principios de la primavera de 2015, GREFA ha instalado más de medio millar de nidales para el cernícalo primilla, la mayoría de ellos en las azoteas y niveles superiores de los grandes silos agrícolas que aún se mantienen en pie, aunque la mayoría en desuso, en muchos puntos de España. “En los últimos meses hemos colocado nidales para crear colonias de cernícalo primilla o reforzar las ya existentes en más de veinte de estos silos, repartidos por Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía y Comunidad de Madrid, que se han revelado como emplazamientos de lo más adecuados para la cría de esta especie”, explica Álvarez.
De los nidales colocados estos meses atrás, un total de 155 han tenido como destino cuatro silos de Extremadura, dos en Trujillo (Cáceres) y los otros dos en Campo Lugar (Cáceres) y Guareña (Badajoz), en un operativo realizado junto con el Gobierno de Extremadura. La colaboración del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), adscrito al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en su condición de propietario de algunos de estos silos, ha sido fundamental para esta acción, que se ha podido llevar a cabo gracias a la dedicación y eficacia de un pequeño equipo de miembros y voluntarios de GREFA.
“Todo este despliegue de medidas que hacemos, sin parangón en España en lo que se refiere a los esfuerzos por conservar un ave urbana, necesitaría de un mayor apoyo por parte de las administraciones, tanto para conservar las colonias de cría en nuestros pueblos y ciudades como para proteger las cada vez más escasas y desnaturalizadas zonas agrícolas donde el cernícalo primilla caza los grandes invertebrados de los que se alimenta”, concluye Álvarez, que propone el lanzamiento de un gran plan de recuperación para las poblaciones urbanas de la especie.