21 de diciembre de 2016 / En 2016 se alcanzaron cifras sin precedentes de reproducción con especies amenazadas recuperadas en proyectos participados o promovidos por GREFA. La colaboración de administraciones públicas, ONG de conservación, entidades especializadas y empresas ha sido decisiva para estos éxitos.
GREFA ha obtenido un éxito sin precedentes en 2016 en los proyectos de recuperación de especies amenazadas y regeneración de la biodiversidad que promueve o en los que colabora. Buen ejemplo de ello es que durante la temporada reproductora del año que ahora acaba, han nacido y echado a volar seis buitres negros (en los Pirineos) y cinco águilas perdiceras o de Bonelli (cuatro en Mallorca y una más en la provincia de Burgos). Estos nacimientos son fruto de la reintroducción en los últimos años de ejemplares que han logrado reproducirse en zonas con poblaciones muy precarias o incluso desaparecidas de ambas rapaces, catalogadas oficialmente en España como "Vulnerables".
En estos y otros proyectos en los que colabora un amplio elenco de organismos y entidades, GREFA tiene una destacada participación, tanto en calidad de impulsora de su puesta en marcha como en actuaciones de gran importancia estratégica y que exigen un alto grado de especialización: cría en cautividad de animales con destino a su reintroducción, recuperación de fauna herida para su devolución a la naturaleza, construcción de infraestructuras para los ejemplares que se van a liberar (por ejemplo, nidos artificiales, jaulones de aclimatación y plataformas de alimentación) y seguimiento de aquellos marcados con emisores GPS tras ser reintroducidos.
Desde que en 2007 se iniciaron las reintroducciones de buitre negro en el Pirineo catalán, nunca antes hasta 2016 la colonia de esta especie creada en la reserva de Boumort (Lleida), formada hoy en día por más de diez parejas reproductoras, había logrado sacar adelante seis pollos. “Este éxito deriva de que en los últimos diez años hemos atendido y liberado en Pirineos más de sesenta buitres negros procedentes de centros de recuperación y cría en cautividad ”, afirma Ernesto Álvarez, presidente de GREFA.
Este mismo año se ha puesto en marcha un proyecto similar, destinado a crear otra nueva colonia de buitre negro en la Sierra de la Demanda, donde la especie lleva desaparecida más de medio siglo. Para ello en los últimos meses han sido trasladados varios ejemplares de la especie a un jaulón de aclimatación en el término municipal de Huerta de Arriba (Burgos).
Otro récord de gran relevancia lo representan los cinco pollos de águila perdicera nacidos en 2016 gracias a LIFE Bonelli. Desde que comenzó este proyecto en 2010, más de setenta ejemplares han sido reintroducidos para “resucitar” o reforzar poblaciones extinguidas o precarias en diferentes zonas de España de esta rapaz amenazada. “Los cuatro pollos nacidos en dos nidos de la isla de Mallorca y un quinto pollo nacido en un nido del norte de la provincia de Burgos o una nueva pareja reintroducida que se ha asentado en la Comunidad de Madrid suponen una gran dosis de esperanza para la recuperación del águila perdicera en zonas donde llegó a desaparecer”, explica Álvarez.
Sobre la base de la colaboración
El avance de estos proyectos ha sido posible gracias a la colaboración a largo plazo de administraciones públicas, ONG de conservación, entidades especializadas y empresas. “Esta cooperación es tan decisiva para la estabilidad de los proyectos que cuesta entender que algunas comunidades autónomas aún recelen de un modelo de trabajo que beneficia tanto a la recuperación de la biodiversidad”, afirma el presidente de GREFA.
La cría en cautividad y las reintroducciones son estrategias muy extendidas y eficaces para la recuperación de la fauna amenazada. Además del caso del buitre negro y el águila perdicera, desde GREFA se llevan a cabo proyectos similares con otras especies como el águila real, el cernícalo vulgar, la lechuza común y el galápago europeo, lo que está permitiendo recuperar sus poblaciones en toda España e incluso en otros países europeos.
Gran relevancia tiene el trabajo de GREFA con el cernícalo primilla, un pequeño halcón migrador muy vinculado a nuestros pueblos y ciudades. "La reintroducción en su hábitat de los trescientos pollos de esta especie que criamos cada año en nuestras propias instalaciones puede considerarse como el mayor operativo en favor de un ave urbana que se lleva a cabo en nuestro país". Casi medio millar de parejas formadas por estos cernícalos primillas reintroducidos han criado en libertad en 2016 en comunidades autónomas como Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía y Extremadura.