Apurando los últimos coletazos antes de la temporada de cría de 2016, varios miembros de GREFA (con la inestimable ayuda de varios voluntarios) nos hemos desplazado a tierras palentinas para apañar las cajas nido de cernícalos vulgares y lechuzas comunes que desde hace años tenemos instaladas allí para fomentar el control biológico de las plagas de topillo. Conclusión: unas trescientas cajas nido están estos días recibiendo una buena mano de limpieza y tornillos que garantice su acondicionamiento para el comienzo de la época reproductora.
Cernícalos y lechuzas pronto empezarán a defender sus territorios en torno a los nidales que seleccionen. Queremos aprovechar para recordar la importante labor que cumplen estos depredadores como técnica alternativa al uso masivo de rodenticidas químicos anticoagulantes (léasé veneno matarratas). Entre ellos la bromadiolona, producto altamente peligroso, a día de hoy de uso legal pese a la extendidísima documentación científico-técnica que versa sobre sus riesgos para la salud pública, la fauna protegida y las especies cinegéticas.
Muchas gracias a los voluntarios de GREFA que están prestado su ayuda para esta necesaria labor de mantenimiento de hogares para cernícalos y lechuzas.
¡Ah, por cierto! Aprovechamos para recordaros que, si aún no habéis votado en la plataforma de la convocatoria de ayudas de DKV Seguros, aún estáis a tiempo. En esta ocasión GREFA apuesta por implicar en la campaña de control biológico de topillos a jóvenes con discapacidad que puedan ayudarnos y al mismo tiempo sentirse útiles. El nombre de nuestra iniciativa es “Inclusión Social y Conservación Ambiental”, búscanos en este enlace y vota si te parece interesante nuestra propuesta: http://tudecides.dkvseguros.com/principal.aspx