Como bien sabéis, desde 2016 nos encontramos trabajando en un proyecto de mejora integral de la biodiversidad y de restauración paisajística de un territorio agrícola intensificado. El trabajo de campo tiene lugar en Villafruela, en la provincia de Burgos, donde GREFA no ha parado de acometer acciones para contribuir al crecimiento de este ambicioso proyecto a medio plazo. La más reciente ha consistido en la liberación este verano de nueve rapaces nocturnas, pertenecientes a cuatro especies: mochuelo, autillo, cárabo y búho chico.
Entre las acciones más significativas que estamos llevando a cabo en Villafruela citaremos el control biológico mediante rapaces de las plagas de topillo, la reforestación de linderos y bosquetes, la restauración de espacios degradados, la mejora del hábitat de nidificación de decenas de especies, educación ambiental, voluntariado, restauración de zonas húmedas y un largo etcétera. Y por todo esto no queremos perder la ocasión de recordar que gracias a la labor de GREFA, Villafruela recibió en 2016 el Primer Premio Regional Fuentes Claras a municipios pequeños de Castilla y León comprometidos con la sostenibilidad.
A todo esto queremos sumar lo que creemos que es una acción complementaria de gran interés en la mejora de la biodiversidad: el reforzamiento de poblaciones de fauna salvaje. Gracias a la persistencia del equipo de GREFA en Villafruela, hemos conseguido que desde la Junta de Castilla y León se cedan ejemplares recuperados en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Burgos, para su liberación en este municipio tan comprometido.
La primera suelta se ha realizado “en blando” (es decir, dando tiempo a la aclimatación de los ejemplares a su nuevo lugar). Se llevó a cabo el pasado 26 de julio y consistió en la introducción de cinco mochuelos del año, que mantuvimos retenidos y alimentados en una caja nido tipo "hacking" durante cinco días hasta que se abrió la rejilla de la puerta del nidal. Hecho esto, pudimos observar que los cinco mochuelos habían abandonado el nido e incluso alguno de ellos había llevado a la caja nido un ratón de campo.
La segunda suelta tuvo lugar el 20 de agosto, y también se ha realizado "en blando", aunque en esta ocasión no se ha podido retener a los animales en sus nidales, así que simplemente los hemos introducido con suma delicadeza en el interior de cajas especialmente diseñadas para cada especie, con un poco de comida para que aguanten el primer día. Esta suelta fue protagonizada por dos autillos liberados en la ribera de un río, por un cárabo liberado en un monte de quejigos y sabinas y por un búho chico liberado en un bosque isla de pinos en medio de un mar de cereales.
Estos nueve ejemplares de rapaces nocturnas se suman a las cinco lechuzas liberadas en cajas nido de Villafruela durante el verano de 2017, tras ser recuperadas en el CRAS de Burgos. Esperamos que algunas de estas jóvenes aves establezcan su territorio en este extenso paisaje que con la ayuda de tantas personas y entidades estamos transformando en pro de la biodiversidad. Agradecemos la atención de nuestra propuesta al Servicio Territorial de Medio Ambiente de Burgos (Junta de Castilla y León), concretamente a Consuelo Temiño, al CRAS de Burgos (en particular a Beatriz) y a la Guardería Medioambiental de la Junta de Castilla y León por el traslado de las aves, así como a Paula y Miguel Angel y a Dani de Villafruela por su participación y apoyo a esta y otras iniciativas.