Una culebra de collar (Natrix natrix) se solea sobre una roca. Foto: Holger Krisp / Wikicommons.
Una culebra de collar (Natrix natrix) se solea sobre una roca. Foto: Holger Krisp / Wikicommons.

Con la primavera y la consiguiente subida de las temperaturas, nuestras amigas las serpientes salen de sus refugios de invierno para buscar alimento y reproducirse. Como todos los reptiles, son animales ectotermos, es decir, necesitan de una fuente de calor externa para alcanzar la temperatura corporal que les permita activarse. Esto lo consiguen soleándose sobre piedras, en caminos y en el peor de los lugares: las carreteras.

El atractivo que tiene el calor del asfalto para las serpientes da lugar a que cada año podamos observar una enorme cantidad de ellas atropelladas por toda la geografía nacional. Luchar contra esta amenaza es realmente difícil, por las implicaciones de seguridad vial que conlleva. Pero todo menos bajar los brazos y, de hecho, en el Proyecto SAFE sobre atropellos de fauna recientemente lanzado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, los reptiles atropellados son un compomente importante de esta iniciativa que pretende diagnosticar la mortalidad de fauna en las carreteras españolas.

Otro frente en el que desde GREFA no bajamos la guardia consiste en combatir la persecución directa que padecen las serpientes, una forma de conservación muy valiosa y accesible que reivindicamos activamente, ya sea desde nuestros centros de educación ambiental, mediante el rescate y la recuperación de ejemplares en nuestro hospital de fauna o las campañas divulgativas y formaciones específicas.

Aún se las persigue con saña

Resulta extremadamente grave que aún se siga persiguiendo a los ofidios. Ya sean culebras o víboras su muerte, persecución o captura puede ser constitutivas de una infracción administrativa e incluso un delito penal. Máxime cuando la evolución ha dado a las serpientes una forma y tamaño ideales para acceder a rincones y ratoneras donde otras especies no podrían llegar. Gracias a ello son unos excelentes depredadores de camadas completas de ratas, ratones y topillos, con el consiguiente beneficio que nos aportan.

Por eso, aprovechamos para relanzar un año más desde GREFA nuestra campaña de conservación de las serpientes ibéricas, a través de un cartel diseñado por nuestro compañero Carlos Cuéllar y que cuenta con los dibujos cedidos por Iraide Villaescusa, voluntaria de nuestra ONG.

Cartel difundido por GREFA en favor de la conservación y valoración de los ofidios ibéricos.Cartel difundido por GREFA en favor de la conservación y valoración de los ofidios ibéricos.
En favor de la fauna aliada

No queremos dejar pasar la oportunidad de recordar además que no solo el respeto, sino también la potenciación de la presencia de serpientes en cultivos y linderos, ha sido reconocido por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL) como una herramienta básica para la lucha contra las plagas de topillo campesino.

Es por todo ello que os invitamos a que divulguéis el material de la campaña de conservación de estas aliadas por las redes sociales e incluso lo imprimáis y peguéis en bares, asociaciones y ayuntamientos de pueblos y ciudades.

Cartel en PDF

Cartel disponible en PDF a alta resolución en el siguiente enlace:
https://www.grefa.org/multimedia/descargas/category/29-control-biologico-del-topillo-campesino?download=330

¡Vídeo dentro!

Os recomendamos este vídeo, realizado por Bicheando.net, con el título "Las 14 serpientes de la Península Ibérica"
https://youtu.be/vU5m5Jk1NqA

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