De las aves migratorias a las que hemos visto en Castilla y León: son las protagonistas de un nuevo método de lucha contra los topillos que hace unos años provocaron el pánico en los campos.
El control natural de plagas se está aplicando también, de forma experimental, en algunos municipios de Castilla y León, contra los topillos, que ocasionan un gran daño en las cosechas. Cernícalos y lechuzas son vigilantes naturales, policías implacables.
Las imágenes captadas por las cámaras trampa en los nidos de las lechuzas demuestran que el sistema funciona. Los alcaldes de los pueblos de Palencia donde se aplicado están satisfechos. Los agricultores, claro, están encantados con el trabajo de las rapaces.
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