Pensar en las musarañas puede ser algo muy positivo si la protagonista es una especie amenazada, además de singular como pocas. Hablamos de la musaraña canaria, un diminuto mamífero con el que vamos a empezar a trabajar. La razón de ello es que hemos recibido el encargo de elaborar el Plan de Conservación de este endemismo exclusivo de las islas Canarias orientales.
La musaraña canaria (Crocidura canariensis) aparece como "Vulnerable" en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, lo que conlleva la obligación legal de elaborar un Plan de Conservación, objetivo del que nos encargaremos a través de un proyecto de un año de duración. En la fauna autóctona actual de Canarias la clase de los mamíferos sólo está representada por dos endemismos. Uno de ellos es la musaraña canaria, lo cual pone de relieve la singularidad de esta especie, con registros recientes únicamente en Fuerteventura, Lanzarote, Lobos y Montaña Clara.
Con una longitud cabeza-cuerpo de 50-70 milímetros, cola de 30-45 milímetros y entre 6 y 9 gramos de peso, la musaraña canaria representa una talla mediana dentro de los crocidurinos. El pelaje, grisáceo, a menudo tiene un leve brillo marrón castaño. Caza sobre todo invertebrados (por ejemplo orugas, moscas, escarabajos), pero también lagartos atlánticos (Gallotia atlantica) y, en ocasiones, se alimenta de carroña. Después de atrapar a un animal, mantiene la mordedura hasta que la presa se quede paralizada gracias al efecto de una toxina en su saliva.
De hábitos esquivos, la musaraña canaria se mueve sobre todo en intersticios de rocas y campos de lava profusamente horadados por cavidades y no suele dejar señales de su presencia. Durante la noche sale al exterior más a menudo, tanto que muchos de los datos de distribución proceden de hallazgos de restos óseos en egagrópilas de lechuza, su principal depredador natural.
Este carácter críptico dificulta enormemente la valoración del estado de conservación de la especie. Sin embargo, se detectan con claridad varias amenazas que la afectan, como el uso de biocidas, la abundancia de posibles competidores y depredadores introducidos (por ejemplo roedores, erizos, gatos), la muerte en recipientes abandonados y la rarefacción de insectos. No se puede olvidar que en las islas orientales ya se extinguió otro mamífero endémico, el ratón de lava (Malpaisomys insularis), y además, la musaraña canaria ya se considera extinta en La Graciosa y Alegranza.
Estrategia, plan y seguimiento poblacional
El Plan de Conservación requiere como paso previo la elaboración de una Estrategia de Conservación, seguida de una fase de consultas y participación ciudadana. Asimismo, el proyecto incluye el diseño de un plan de seguimiento de las poblaciones de la musaraña canaria. Para desarrollar esta labor contamos con nuestra compañera Claudia Schuster, que empezó a trabajar con la especie en el Parque Nacional de Timanfaya en 2001, y desde entonces está pensando en las musarañas...
Claudia también lleva cuatro años realizando trampeos regulares en el marco del programa SEMICE (Seguimiento de Micromamíferos Comunes de España), lo que la ha llevado a conocer muy de cerca a uno de los potenciales problemas de conservación de la musaraña canaria: la abundancia del ratón casero, introducido en las islas Canarias.
YA FUE NOTICIA
Un día emocionante: asistimos a la liberación de una tortuga marina rehabilitada en la playa de Cofete, en Fuerteventura
https://www.grefa.org/74-grefa/3711-un-dia-emocionante-asistimos-a-la-liberacion-de-una-tortuga-marina-rehabilitada-en-la-playa-de-cofete-en-fuerteventura
Concluye el censo de hubara de 2020 en Lanzarote y Fuerteventura
https://www.grefa.org/component/content/article/74-grefa/3703-concluimos-el-censo-de-hubara-de-2020-en-lanzarote-y-fuerteventura