Una de las peculiaridades del trabajo en el Hospital de Fauna Salvaje de GREFA es el de las muchas sorpresas que nos depara el día a día cada vez que un particular abre nuestras puertas y entra para traernos un animal herido o necesitado de atención. Una de las más recientes de estas sorpresas ocurrió el pasado 12 de noviembre, cuando ingresó en nuestras instalaciones un murciélago para nada diminuto, más voluminoso que los Pipistrellus que estamos acostumbrados a ver.
Hay acontecimientos en la larga historia de una ONG como GREFA que marcan un antes y un después. Son hitos que tanto por lo que implican como por lo que representan permiten hacer balance del camino recorrido, valorar en qué punto estamos y confirmar el reconocimiento de la sociedad a lo conseguido después de tantos años de trabajo, en nuestro caso en favor de las especies salvajes y sus hábitats, siempre con la idea fija de generar biodiversidad como prioridad.
Por 81 votos a favor y 47 en contra, la Asamblea de Madrid votó el pasado 17 de noviembre una propuesta no de ley para transformar el actual Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de la Comunidad de Madrid, situado en el Soto de Viñuelas (Tres Cantos, Madrid), en un Centro de Rescate CITES (motivo original para lo que fue construido dicho centro) para la acogida de fauna exótica decomisada por ser objeto de comercio internacional ilegal de vida silvestre. La propuesta fue presentada por Ciudadanos y apoyada por el resto de partidos políticos de la Asamblea de Madrid (PSOE y Podemos), excepción hecha del Partido Popular.
El pasado viernes 11 de octubre personal del Hospital de Fauna Salvaje de GREFA se desplazó hasta Lisboa para presentar tres trabajos realizados en los últimos meses en nuestro centro, en la III Reunión de la Sección Ibérica de la EAZWV (European Association of Zoo and Wildlife Veterinarians).
El centro de GREFA en Majadahonda acoge varios centenares de animales irrecuperables. Cuando llega la hora de su revisión veterinaria periódica nuestra Enfermería se convierte en un desfile de muñones, amputaciones y otras graves secuelas que impidieron el retorno de estos ejemplares a su hábitat natural. Ellos exhiben sobre sus cuerpos las tremendas cicatrices, pero en realidad éstas hablan de nuestra vergüenza.