Por fin, tenemos a la vuelta de la esquina el día que todos estábamos esperando para dar la posibilidad de que nuestros amigos y socios conozcan "in situ", al menos una vez al año, el Hospital de Fauna Silvestre de GREFA y demás instalaciones de nuestro centro. Y es que el sábado 4 de junio tendrá lugar nuestra tradicional Jornada de Puertas Abiertas, que celebramos anualmente, coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente.
Ejemplar de águila culebrera.La historia de "Ulises" es el largo peregrinaje de un águila culebrera que se inició en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira, en Las Palmas de Gran Canaria, dependiente del Cabildo de Gran Canaria. Desde allí este ejemplar se trasladó en julio de 2015 al Hospital de Fauna Salvaje de GREFA, en Majadahonda (Madrid), para completar su rehabilitación, marcaje y liberación en la Comunidad de Madrid. El viaje terminó en el norte de África, donde en la actualidad se encuentra "Ulises", concretamente en algún punto entre Casablanca y Rabat.
Voluntarios de nefermería llevan los galápagos leprosos a la charca de rehabilitaciónEstas últimas semanas ha llegado por fin el buen tiempo, el sol calienta de nuevo y los días vuelven a ser largos. Con el aumento de las temperaturas ha llegado el momento de decir adiós a los galápagos que han pasado el invierno con nosotros, esperando a que pasara la época de hibernar. Llega el momento de sacarlos a las charcas de GREFA, para que puedan reincorporarse a su ciclo natural y ser devueltos a la libertad próximamente.
Si algo tienen claro quienes apadrinan un animal irrecuperable es que esa decisión les aportará cosas que no podría darles ninguna otra de las modalidades de apadrinamiento que GREFA ofrece. Por una parte, por supuesto, la satisfacción de estar contribuyendo al bienestar de un animal cuyas lesiones no le permiten volver a ser libre y que necesita una atención veterinaria muy específica.
Se nos hace muy duro ver animales que no pueden volver a ser libres por las graves secuelas de sus lesiones: fracturas, amputaciones, pérdidas de visión, envenenamiento con plomo y tantas otras causas traumáticas de ingreso. Pero nuestra frustración es mayor todavía cuando el animal condenado a vivir encerrado de por vida es un ejemplar perfectamente sano ... o quizá sería más exacto decir que no tiene ninguna tara física sino que su verdadero problema radica en la mente.